El personal de enfermería padece una sobrecarga de trabajo endémica en España, que hace que el 86% sufra episodios de estrés. En la actualidad, tenemos una ratio de 6,3 enfermeras por cada mil habitantes, más de 2 puntos por debajo de la media europea (8,83) y una tercera parte de las que tienen países como Noruega o Austria.
Según el Colegio General de Enfermería (CGE), España necesita unas 123.000 enfermeras más para poder atender de forma óptima de los pacientes y, también, para velar por la salud de estas profesionales.
Con casi 4 años de retraso y después de 83 prórrogas de ampliación del plazo de presentación de enmiendas, el Congreso aprobó este martes la tramitación de la ley sobre ratios de enfermería, que nació de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) apoyada por el CGE.
La ILP busca establecer unas ratios mínimas según los diferentes niveles asistenciales dentro del Sistema Nacional de Salud.
El texto propone así que se pueda asignar un máximo de 6 pacientes por enfermera en las unidades de hospitalización, 2 en las UCI y 3 en las unidades de reanimación postquirúrgicas.
En atención primaria se propone que la asignación de población por enfermera no debe superar los 1.500 ciudadanos.
En el caso de la atención sociosanitaria –centros donde se ofrece asistencia especializada continua a personas dependientes– la ratio se establecerá, en el plazo de un año, a través de la creación de una Comisión de Ratios Enfermeras.
Aunque el CGE ha celebrado la decisión del Pleno de la Cámara Baja, ha advertido que seguirán estando "muy pendientes de que este respaldo se haga realidad en el futuro y llegue a ser una ley de verdad. De momento es un primer paso, pero queda mucho por hacer", señaló el presidente de la organización colegial, Florentino Pérez-Raya.
Por su parte, el PP ha querido hacer hincapié en que las condiciones laborales de las enfermeras "han empeorado mucho desde 2022", lo que esperan que se tenga en cuenta a la hora de tramitar esta iniciativa.
