Luis Enrique, actual seleccionador del PSG y ex entrenador de la Selección Española, ya ha sido noticia en el pasado por afirmaciones extravagantes acerca de su alimentación. Ahora, ha generado una nueva polémica por tildar la leche de ‘matarratas’ en uno de los episodios del documental de Movistar+ Luis Enrique, no tenéis ni puta idea. «¿Desde cuándo un animal toma leche después de destetarse…?», llega a decir antes de dar su contundente respuesta: «En mi casa no se toma leche».
En realidad, y aunque es cierto que como siempre conviene moderar en cierto grado su consumo (como sucede, por otra parte, con casi cualquier alimento) existe bastante consenso en que la leche es un producto saludable y recomendable para niños y sus adultos por su aporte en proteínas, por una parte, y en minerales como calcio por otra.
Sin ir más lejos, el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación expone que la leche «constituye el mejor aporte de calcio proteínas y otros nutrientes necesarios para la formación de huesos y dientes. Durante la infancia y adolescencia se aconseja tomar la leche entera, ya que conserva la energía y la vitamina A ligadas a la grasa.
En la edad adulta también es importante mantener un consumo adecuado, con el fin de favorecer la conservación de la masa ósea, contribuyendo así a prevenir la desmineralización de los huesos, causa frecuente de osteoporosis y fracturas. Este efecto cobra aún más importancia en las mujeres durante las etapas de adolescencia, embarazo, lactancia y menopausia.
Similarmente, la Clínica Universidad de Navarra recuerda que «la leche aporta muchos nutrientes, además de agua y minerales. Es rica en proteínas y azúcares importantes para el organismo. […] Aporta una gran cantidad de calcio y otros minerales como el fósforo y el potasio». También, dice esta fuente, «la leche contiene vitaminas y enzimas digestivas, que le confieren una gran utilidad para el organismo».
Por su parte, la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ) señala en declaraciones concedidas a 20minutos que «la leche tiene muchos beneficios nutricionales, ya que aporta proteína de buena calidad, vitaminas como la vitamina A, D, B12, folato, B2 y minerales como el fósforo, magnesio, cinc y calcio»
Siempre se ha enfatizado este contenido en calcio, y es que como inciden estos expertos, «se ha demostrado que el calcio de la leche se absorbe bien y nuestro organismo lo puede utilizar de forma óptima para sus funciones (esto, en términos técnicos, significa biodisponibilidad)».
Y añaden: «la leche, al ser líquida, también aporta agua a las necesidades diarias de agua de nuestro organismo, que en un adulto están en torno a 2 litros/día».
Eso sí, como decimos el consumo de leche debería realizarse en su justa medida y hay algunos perfiles de personas que deberían tomar algunas precauciones adicionales.
Hay dos razones principales para esto: el contenido en azúcar de la leche y su contenido en ciertos tipos de grasas. Además, en ciertos casos, pueden existir alergias o intolerancias a ciertos componentes de la leche por las que sea necesario eliminar o, al menos, cuidar su consumo.
Por una parte, afirma la Clínica Universidad de Navarra, «entre los azúcares tiene gran importancia la lactosa (constituida por glucosa y galactosa)». No sólo conviene moderar su ingesta (de la misma manera que sucede con otros tipos de azúcar) sino que muchas personas pueden padecer una intolerancia alimentaria a ella que provoca molestias gastrointestinales.
Con todo, argumenta la SEÑ, «se puede optar por una leche «sin lactosa», que en la mayoría de los casos se tiene añadida el enzima lactasa. Esta enzima es la que de forma natural rompe la lactosa en glucosa y galactosa en el intestino delgado, que es el que sintetiza esta enzima». También hay disponibles comprimidos de esta enzima.
Por la otra, las grasas presentes en la leche «pertenecen a las derivadas de alimentos de origen animal, muchas de ellas saturadas (más perjudiciales) y presentes en abundancia», recalca la misma fuente. De todas maneras, se producen variedades modificadas de leche con un contenido mucho menor de estas grasas que pueden ser consumidas por personas con problemas como sobrepeso, hipercolesterolemia o triglicéridos elevados (que deberían limitar la ingesta de grasas).
Eso sí, los expertos de la SEÑ recuerdan que «el contenido en grasa de la leche es bajo (entorno al 3 o 4 %), y los estudios científicos han demostrado que no tiene efecto negativo sobre el colesterol y los lípidos en sangre.
Por el contrario, desde la SEÑ afirman que «los riesgos asociados al consumo de leche son muy pocos. El más importante está asociado al consumo de leche sin hervir (la denominada leche cruda), que es algo que nunca se debe hacer. Siempre se tiene que consumir la leche que previamente ha sido tratada con un procedimiento de calor», ya que de lo contrario existe riesgo de infección, algunas potencialmente graves».
Respecto a las alergias, explican que «en algunas personas, una parte de la proteína de la leche, sobre todo la caseína, puede causar alergia».
«Esta suele ser principalmente a la leche de vaca», prosiguen, «por lo que estas personas quizás puedan tomar leche de otro animal, como cabra, oveja o burra, pero siempre previa consulta con el profesional médico o nutricionista especialista».
«Aquí puede haber un riesgo real, al igual que en el caso de cualquier alergia alimentaria, que puede incluso ser de shock anafiláctico, pero no es algo exclusivo de la leche. Las personas alérgicas a un alimento deben evitar completamente el consumo del mismo».
En última instancia, la Clínica Universidad de Navarra establece que la leche «no deja de ser fundamental a lo largo de la vida», puesto que ayuda a evitar «no sólo déficits de nutrición sino también un aporte insuficiente de calcio; todo ello tiene consecuencias en la salud del metabolismo y del sistema óseo».
Para las personas con limitaciones para su consumo, existen alternativas que ayudan a obtener sus beneficios minimizando los efectos negativos. En cualquier caso, si no padecemos ninguna condición que nos impida consumir leche, deberíamos mantenerla en nuestra dieta de manera moderada pero habitual.
«Como conclusión», terminan en la SEÑ, «podemos decir que la leche es uno de los alimentos más completos desde el punto de vista nutricional, al contener muchos nutrientes en buenas cantidades y tener un contenido bajo en grasas y azúcares».
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Leche entera. Consultado online en https://www.mapa.gob.es/fr/ministerio/servicios/informacion/leche%20entera_tcm36-102669.pdf el 10 de diciembre de 2024.
Clínica Universidad de Navarra. La importancia de consumir leche. Consultado online en https://www.cun.es/chequeos-salud/vida-sana/nutricion/importancia-consumir-leche el 10 de diciembre de 2024.
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