Es justo decir que mucha gente en Francia culpa a Emmanuel Macron del actual caos político: por convocar elecciones anticipadas en julio, por no crear ningún tipo de coalición funcional después, por negarse a nombrar a un primer ministro de izquierdas, por la creación de una situación en la que la ultraderechista Marine Le Pen era la agente de poder parlamentario...
Legalmente, el presidente de la República no está obligado a dimitir si el Gobierno cae (fue reelegido en 2022 con un mandato hasta 2027), pero muchos dicen que debería hacerlo. Entre ellos, la principal es la propia Le Pen, que podría ser inhabilitada para ejercer cargos públicos si es declarada culpable en el juicio por malversación de fondos públicos del Parlamento Europeo que se está llevando a cabo y cuyo veredicto está previsto para el 31 de marzo. Sin embargo, si Macron dimite antes de marzo, podría presentarse a las elecciones presidenciales. Por ello, por razones obvias, pide que se celebren elecciones presidenciales anticipadas, las cuales, según marca la Constitución, deben celebrarse 30 días después de la dimisión del jefe de Estado.
“Si gana, podría esperar estar en el Elíseo a principios de febrero, lo que plantearía a los jueces una tarea imposible cuando tengan que decidir si la prohíben o no participar en política durante cinco años el 31 de marzo”, subraya Mujtaba Rahman, director general para Europa de Eurasia Group.
Pero Le Pen no es la única que exige la dimisión de Macron: La Francia Insumisa (LFI) del izquierdista Jean Luc Mélenchon, tercer partido en la Asamblea Nacional, es la fuerza que pide explícitamente la dimisión de Macron, al que considera culpable de la inestabilidad política del país desde que el pasado 9 de junio disolviese el hemiciclo y convocase legislativas anticipadas que resultaron en una Asamblea dividida en tres bloques: izquierda, centro macronista y ultraderecha lepenista.
Pero incluso algunos de sus compañeros centristas están de acuerdo. "Vamos poco a poco hacia una inestabilidad gubernamental (...) y vamos a ver que, al final, solo hay una solución: un presidente que presente su dimisión, seguida de elecciones presidenciales y legislativas", explicó Hervé Morin, presidente centrista del consejo regional de Normandía.
Hasta el momento, Macron ha indicado que no dimitirá. Durante la V República, solo dos presidentes han dimitido antes de tiempo : Georges Pompidou, que murió en el cargo en 1974, y Charles de Gaulle, que dimitió en 1969 tras perder un referéndum sobre la descentralización de Francia.
En su discurso a la nación de la noche del jueves, el mandatario francés quiso acabar con las dudas e insistió que completará su mandato en 2027: “El mandato que me disteis democráticamente es de cinco años y lo ejerceré responsablemente hasta el final”.
Este martes, Macron insistía desde Riad, la capital de Arabia Saudí, desde donde se encuentra en viaje oficial hasta esta noche, que no tiene voluntad de dimitir y que planea culminar su mandato hasta mayo de 2027.
"Resulta que si yo estoy delante de ustedes es porque el pueblo francés me ha escogido en dos ocasiones (2017 y 2022). Estoy muy orgulloso y honraré esa confianza con toda mi energía hasta el último segundo para ser útil al país", aseguró ante la prensa francesa. “Eso (dimisión) es política de ficción, no tiene ningún sentido”, ahondó Macron, durante su conversación con los periodistas franceses en Riad.
El presidente francés consideró “de un cinismo insoportable" la postura del partido ultra de Marine Le Pen, por apoyar la moción de censura de los progresistas.