En el corazón de la Montaña Palentina, esta ruta ofrece un recorrido accesible para todos los niveles, permitiendo explorar formaciones geológicas, cañones esculpidos por el paso del tiempo y un entorno natural que invita a la observación
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La Ruta Roja de Las Tuerces, situada en la región montañosa de Palencia, en el norte de Castilla y León, es un itinerario de seis kilómetros y una duración aproximada de dos horas que ofrece una experiencia de senderismo adecuada para quienes buscan un recorrido sencillo que permita explorar un entorno natural único sin grandes exigencias físicas. Este trayecto parte del Monumento Natural de Las Tuerces y destaca por sus formaciones geológicas, que han sido moldeadas durante siglos por la acción del viento y el agua.
El punto de partida de esta ruta se encuentra en el pueblo de Mave, una pequeña localidad que sirve de puerta de entrada a este enclave natural. Cerca de la carretera que conecta Mave con Santa María de Mave existe un cartel indicativo que señala el inicio del trayecto. Al salir del núcleo urbano, los senderistas pueden avanzar siguiendo las marcas rojas que identifican el camino.
La primera parada destacada es la fábrica de La Horadada, una antigua instalación harinera que aprovechaba el salto de agua del río Pisuerga como fuente de energía. Aunque actualmente es una propiedad privada, los excursionistas pueden observar las estructuras y disfrutar de las vistas de las paredes rocosas que rodean la zona. Estas paredes, además, albergan diversas vías de escalada, cuya presencia se manifiesta a través de los seguros instalados.
Al rodear la fábrica, la pista principal se transforma en un sendero más estrecho. Este camino conduce directamente al Túnel de La Horadada, un fenómeno geológico que llama la atención por su formación y ubicación estratégica. Desde este punto se puede contemplar el desfiladero del río Pisuerga, un espacio que destaca por la combinación de su majestuosidad y serenidad.
Tras cruzar el túnel y alcanzar la meseta superior, la ruta continúa por una senda menos marcada, pero siempre guiada por las señales rojas. Este tramo bordea el cañón desde arriba, permitiendo disfrutar de vistas panorámicas antes de descender hacia una pista que conduce a Villaescusa de las Torres. En este pequeño núcleo rural se encuentra un manantial de agua potable que sirve como punto de cruce de varios caminos.
Y es que otro de los puntos destacados del recorrido es el pueblo de Villaescusa de las Torres, en el cual hay un cartel que indica la intersección de varios itinerarios, entre ellos, la Ruta Roja, la Verde y la Amarilla. Aquí comienza el tramo más exigente del itinerario: un ascenso prolongado que lleva hasta la meseta de Las Tuerces. La subida, aunque empinada, está salpicada por formaciones rocosas que invitan a detenerse y explorar los laberintos y callejones naturales que conforman esta área. El lugar es especialmente conocido por sus peculiares figuras kársticas, que dotan al paisaje de un carácter casi escultórico.
Desde Villaescusa, la Ruta Roja continúa con una ascensión pronunciada que se comparte inicialmente con la Ruta Amarilla. Este tramo, aunque exigente por su inclinación, discurre por lugares de gran interés geológico y natural. Durante el ascenso, los caminantes se adentran en un laberinto de callejones y pasadizos naturales que invitan a detenerse y explorar con detenimiento.
El esfuerzo del ascenso se ve recompensado al llegar a la explanada de Peña Mesa, considerada uno de los puntos más representativos de Las Tuerces. Desde ahí es posible observar el entorno circundante, un entorno que combina la amplitud de las vistas con detalles petrológicos. Las estructuras rocosas de esta sección son un reflejo del patrimonio de la zona, donde la erosión ha esculpido figuras únicas a lo largo de los siglos. En invierno, la nieve o el hielo pueden cubrir estas formaciones, añadiendo una capa extra de belleza al territorio.
Peña Mesa, una explanada situada en la parte más alta de Las Tuerces, es uno de los lugares más representativos y curiosos de la región, no solo por sus vistas espectaculares, sino también por la oportunidad que ofrece de ascender hasta su cima. El Monumento Natural de Las Tuerces, del que forma parte esta ruta, es un área protegida que destaca por su riqueza ecológica y su singularidad paisajística.
La zona es hogar de una diversidad de flora y fauna que incluye especies adaptadas a las condiciones del clima y el terreno. En invierno, cuando el paisaje se viste de tonos fríos es posible observar rastros de animales como zorros o jabalíes, que encuentran refugio en las grietas y formaciones rocosas de la zona.
La Ruta Roja de Las Tuerces es más que un simple sendero: es una oportunidad para descubrir un rincón único de la geografía española, donde la naturaleza y la historia convergen en un escenario de belleza inigualable. Ya sea por sus formaciones rocosas, sus vistas panorámicas o el simple placer de caminar por un entorno natural bien conservado, se posiciona como una de las joyas del senderismo en Castilla y León. Es un destino ideal para quienes buscan una caminata tranquila, cargada de sorpresas geológicas y culturales.