Con la mecida muy cortita y su andar característico, la Esperanza de Triana volvió a recordar la historia. La dolorosa volvió a pasar por la parroquia de La O tras más de medio siglo sin llegar a esta parte de la calle Castilla. La dolorosa dejó el Altozano en medio de una bulla considerable y se adentró hacia vías por las que no pasaba desde la procesión de 1950 en la que se proclamaba el Dogma de la Asunción. La llegada a la parroquia de La O fue muy emocionante al encontrarse cara a cara las dos Esperanzas del arrabal y entre vivas la dolorosa de la calle Pureza avanzó hasta la esquina de la calle Procurador, donde se continuó su transitar por la Triana más profunda. Entre las estampas que dejó para el recuerdo, se encuentran el paso por San Jorge, Callao, el fondo del callejón de la Inquisición, la iluminación de la torre de la parroquia de La O y las ventanas y los balcones engalanados de las casas de vecinos que recibieron a la Virgen de la Esperanza de Triana después de medio siglo.