Con la mira en los compromisos en dólares que debe afrontar Economía en 2025, Luis Caputo, hizo cambios estratégicos en la cartera, a partir de la migración de Juan Pazo desde la Secretaría de Coordinación de Producción a un área clave de la Cancillería junto a Gerardo Werthein e hizo crecer la expectativa de incremento de exportaciones e inversión externa.
El funcionario de confianza de Caputo, será reemplazado por Pablo Lavigne, un economista de bajo perfil valorado por "desarmar" en tiempo "récord" el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) al asumir como Secretario de Comercio y autor de más de un centenar de medidas de desregulación.
En la línea de sucesión, también resultó beneficiado, Esteban Marzorati, con mayor interacción en redes sociales; hasta ayer como subsecretario de Comercio Exterior fue mano derecha de Lavigne en la ejecución del programa de apertura comercial y también asistió a Pazo en misiones a Estados Unidos y Asia.
La onda expansiva alcanzó a Carolina Cuenca, directora Nacional de Gestión Comercial Externa, quién asumirá el cargo que deja Marzorati, y en ese orden, la reemplazará Manuel Gayoso, que se desempeñaba como jefe de Gabinete de la Dirección Comercial Externa.
El tridente, Lavigne, Marzorati, Cuenca, que ya formó equipo en áreas de comercio internacional durante la gestión de Mauricio Macri y también bajo la órbita de Caputo, marca una continuidad en la gestión que, en lo que va del gobierno liberal, asumió un rol técnico en la "desburocratización" del comercio, tanto para facilitar importaciones como exportaciones.
En líneas generales, aunque aseguran que todavía queda mucho por trabajar en término de normativa cambiaria y aduanera, los actores del comercio internacional coinciden que ya se "desmenuzaron" las principales trabas y ahora hay que salir a buscar nuevos negocios, inversión a través exportaciones, "que más países le compren a la Argentina".
Se trata de un punto clave en la transición que busca el Gobierno, para salir del "cepo" en el corto plazo sin atravesar una corrección cambiaria.
En términos de novedad, la mira se coloca más sobre la Cancillería que, con el desembarco de Pazo como secretario de Relaciones Económicas Internacionales en el gabinete que dirige Werthein, asumirá una impronta comercial "más proactiva", enfocada en la búsqueda de oportunidades internacionales y el avance de acuerdos de libre comercio como el que Javier Milei pretende con Estados Unidos.
Respecto a la incorporación de Pazo a la Cancillería, Fernando Furci, gerente General de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) señaló que "le va a dar mayor dinamismo a la creación de valor a partir de las relaciones con los países con la posibilidad de explorar acuerdos comerciales que es lo que nos falta y que es muy importante para que la Argentina se empiece a insertar al mundo".
"Nos parece muy positivo completar el equipo en Cancillería, pues hay una agenda importante que avanzar", dijo Fernando Landa, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA). Además, agregó que "el recorrido de los funcionarios colabora al necesario trabajo en equipo publico privado que debe realizar Argentina para crecer a través del sector externo".
En tanto, aunque se vislumbra "absoluta continuidad" en Comercio y Producción, existe expectativa de que con la macro ordenada y menos regulaciones, los funcionarios también se enfoquen en reactivar las exportaciones en 2025 y trazar una estrategia que refleje repunte en el consumo interno.
Años atrás se pretendía que la Secretaría de Comercio fuera una oficina de control de precios; sin embargo, la inflación no se combate de ese modo", dijo Mario Girnman, titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y celebró la concepción "totalmente distinta" de la gestión actual.
El dirigente empresario no dudo en que Marzorati mantendrá el "impulso al sector privado" y que continuará el "diálogo fluido".
En el mismo sentido, Juan Carlos Pereyra, directivo de la Asociación de exportadores e importadores (AIERA), coincidió en el "cambio de actitud" en la cancillería y destacó que en las últimas reuniones con funcionarios comenzó a mostrarse interés por fomentar la exportación de pymes.
En la actualidad, las pequeñas empresas encuentran obstáculos por los altos costos internos y un dólar que no es competitivo para salir al exterior con productos de valor agregado, sin embargo, el directivo señaló que "frente a la reducción del mercado interno, las ventas al exterior se vuelven clave".
"La continuidad de funcionarios en comercio, industria y producción, asegura el proceso de desburocratización, simplificación del comercio, la revisión de las normas difíciles de interpretar, discrecionales y burocráticas, y todo lo que ellos vienen haciendo como equipo desde principio de año, con mucha velocidad y efectividad", agregó Furci.
De cara a un nuevo ciclo donde los compromisos de pagos en dólares ascienden a u$s 20.000 millones y, a la espera de que las medidas de facilitación comiencen a afectar la balanza comercial -en contraste con la recesión que en 2024 facilitó un amplio superávit en torno a los u$s 16.000 millones-, el sector privado espera que el "ordenamiento normativo" se traslade también al agro, la minería y otros sectores con capacidad de incrementar el ingreso de divisas.
En ese sentido, también existe alta expectativa sobre la labor de Lavigne en torno a la reducción progresiva de retenciones a la exportación, aunque no se esperan cambios hasta el inicio del segundo trimestre del próximo año.
"En muy poco tiempo el gobierno nacional va a empezar a dar algún tipo de medida de alivio al sector", anticipó Lucas Magnano, nuevo titular de Coninagro. "Las retenciones en el horizonte del productor tienen que estar en cero, esperamos que ese camino no sea muy lejano", agregó.