El pilates también es cosa de hombres. Los expertos aseguran que la tendencia en los centros especializados en esta disciplina deportiva es lenta pero continua: cada vez son más varones los que se animan a practicarlo, aunque también coinciden en que sigue existiendo una especie de barrera psicología o de prejuicio social que encasilla el pilates como una actividad femenina. Es un error, y así lo reivindican las tres voces consultadas para este reportaje, ya que el pilates es una disciplina repleta de beneficios con independencia del sexo. Físicos y mentales. «Se está observando una lenta pero continua incorporación de hombres a las prácticas de pilates. Sobre todo en el pilates terapéutico por causas de lesiones (lumbares, cuello o cadera) y en el pilates para los deportes (padel, golf, corredores, usuarios de gimnasios….)», dicen Laura Cabral y el doctor Juan Bosco, de Corpora Pilates. De manera similar opina Noelia Duarte, directora técnica de Viding Castellana. «Cada vez más hombres practican Pilates, gracias a la mayor conciencia de sus beneficios, como el fortalecimiento del core , la prevención de lesiones y su adopción por atletas de élite». Sin embargo, esta tendencia es lenta, y pese a estar resquebrajando ese muro construido por el prejuicio social que considera el pilates una actividad femenina, todavía no ha conseguido demolerlo. «Sigue habiendo una barrera social cada vez más estrecha entre las personas mayores de 50 años, tanto las mujeres como los hombres consideran que el pilates es una actividad más bien femenina. La barrera psicológica existe en todas las edades pero a muy baja escala, muy pequeña», dice Niven Villalobos, director general de la empresa N7 Pilates Box. « Persisten barreras psicológicas y sociales, como estereotipos de género, falta de visibilidad masculina en el marketing y desinformación sobre su intensidad », añade Noelia Duarte. Por su parte, para el equipo de Corpora Pilares, la barrera con el pilates y los hombres es más alta sobre todo a la hora de practicarlo para estar en forma. «Para eso prefieren el gimnasio u otra actividad deportiva», apunta, aunque afirman que cada vez son más hombres los que lo practican. «Una tendencia que observamos en Corpora Pilates es que ya son varias las parejas que acuden a tomar clase en el mismo horario, bien sea juntos en dúo o individualmente pero en la misma sesión horaria», afirman en este sentido. Para Niven Villalobos y Noelia Duarte, los prejuicios con respecto al pilates se dan «incluso entre los hombres que practican deporte de forma habitual. Esto se debe habitualmente, repite la directora técnica de Viding Castellana, «a estereotipos de género y desinformación sobre la disciplina». Preguntados por la forma de romper con ese prejuicio social por parte de muchos hombres con el pilates, Noelia Duarte aboga por «educar sobre sus beneficios universales, promover casos reales de hombres que lo practican y hacer la disciplina más inclusiva en su presentación». Niven Villalobos tiene claro cuál es el antídoto para acabar con el prejuicio social con el pilates por parte de los hombres: probarlo. «Los hombres que asisten a las sesiones de Pilates porque deben mejorar su salud física por cualquier razón, salen con otro concepto de lo que pensaban que era esta disciplina », argumenta el director de N7 Pilates Box. En este sentido, Laura Cabral y el doctor Bosco hacen hincapié en que «no hay pues prejuicios en los hombres cuando descubren que su postura y su modo de moverse cuando llevan varias sesiones de pilates son significativamente mejores. Cuando lo prueban se dan cuenta que el pilates es muy potente y que les ayuda a prevenir lesiones y a encontrarse ágiles». En paralelo, Noelia Duarte subraya otra clave poderosa para acabar con la barrera social con el pilates. Dice, de hecho, que es un antídoto que ya está funcionando: «esta percepción está cambiando, especialmente gracias a deportistas de élite que lo incluyen en sus entrenamientos y a una mayor visibilidad de sus beneficios específicos para hombres», dice. «La clave para superar estos prejuicios es educar, mostrar casos reales y posicionar el Pilates como un complemento eficaz para cualquier actividad física», agrega la directora técnica de Viding Castellana. Laura Cabral y el doctor Juan Bosco, de Corpora Pilates, inciden en que es necesario adaptar el pilates en función de la forma física y también del sexo. En el caso de los hombres, explican, «se requiere aumentar las cargas de trabajo : más intensidad, más repeticiones, y tanto el sedentario como el deportista notan pronto el impacto de un pilates bien hecho». Ambos expertos defienden la teoría de Joseph Pilates, fundador de la disciplina, en cuanto a lo rápido que se nota su impacto a nivel físico, sobre todo en los hombres. «Primero lo notan ellos al cabo de una media de un mes (2-3 veces a la semana), y poco después lo notan los demás. Realmente hay que reconocer que Joseph Pilates acertó en su máxima de: ' en 10 sesiones notarás la diferencia, en otras 10 la notarán los demás, y en otras 10: tu cuerpo habrá cambiado! '». Niven Villalobos pone en valor la eficacia del pilates, a nivel físico, en su faceta rehabilitadora. «Para mejorar lesiones crónicas, en la columna vertebral o articulaciones como las rodillas, mejora la postura, se compactan los músculos, consigue más tono, flexibilidad, elasticidad y control», comenta. Además, en el plano psicológico, cree que es muy potente su capacidad para facilitar la abstracción de lo cotidiano . «Mis clientes masculinos tienen una experiencia muy profunda de desconexión con el trabajo y demás responsabilidades, pues se ven obligados a concentrarse en la sesión por el lenguaje y el método que usamos», defiende el director de N7 Pilates Box. Noelia Duarte define el pilates «como una herramienta integral para mejorar la salud, el equilibrio y el bienestar físico y mental», y señala beneficios para los hombres como « el fortalecimiento del core, la mejora la flexibilidad, la prevención de lesiones, potencia el rendimiento deportivo y reducción del estrés ». En opinión de la directora técnica de Viding Castellana, «Su verdadero valor está en combinar ambos aspectos, potenciando el bienestar integral», asegura. El equipo de Corpora Pilates también incide especialmente que los hombres también tienen suelo pélvico , y en potenciarlo está disciplina es muy efectiva: «fortalecerlo ayuda a la continencia tanto urinaria como anal. Además, al contraerse podría ayudar a descongestionar la próstata, un problema muy frecuente a partir de los 60 años», afirman Laura Cabral y el doctor Bosco. Además, hacen hincapié en que «los hombres hacen poco ejercicio y cuando lo hacen suelen recurrir a las pesas y aeróbicos, con lo que se descuida la base: la postura, el punto de partida para obtener más beneficio de las otras actividades». En este sentido, recalcan, «el pilates es el ejercicio más potente para corregirlo», aportando al cuerpo una «mejora del bienestar general, con una mejor movilidad y fluidez de movimientos, y un estado saludable físico y mental». A todos los beneficios del pilates para los hombres expuestos, Niven Villalobos remarca un último beneficio derivado del pilates. «Algo sumamente importante y otro tabú absurdo, la parte sexual mejora de manera evidente al estar involucrada toda la musculatura del suelo pélvico que todos los seres humanos tenemos», apostilla. Una duda generalizada entre quienes no conocen en profundidad el yoga y el pilates es si se trata esta última de una actividad para cuidar más la parte mental o la física. Y hasta qué punto se parecen. Niven Villalobos deja claro que el pilates es « una actividad de acondicionamiento físico integral regida por principios comprobados como la concentración, la fuerza, el control y la flexibilidad, entre otros». Pero la parte mental entra también en juego. «Por lo menos en mis estudios, utilizamos una manera de comunicarnos muy particular que «secuestra la mente» por una hora para trabajar el cuerpo», dice el director de N7 Pilates Box. Por su parte, Laura Cabra, de Corpora Pilates, explica que hay similitudes con el yoga . «Pilates encontró una forma de ejercitarse con efectos similares al yoga. De hecho, cuando introdujimos el pilates en España y nos preguntaban qué tipo de ejercicio era y el doctor Juan Bosco Calvo decía: «Pilates es el yoga occidental». No en vano varios ejercicios en el suelo provienen del yoga, pero las máquinas son una auténtica revolución por sus enormes posibilidades», indica. En definitiva, en el pilates el trabajo es integral . «La fuerza físico no se concentra en músculos concretos sino que lo hace en cadenas musculares y miofasciales, es ideal para reentrenar gestos funcionales deportivos o del día a día, no provoca rigidez sino que se acompaña de flexibilidad de los músculos y las articulaciones…. Por otra parte numerosos estudios han demostrado que por la concentración, la respiración, los estiramientos miofasciales y el control durante los ejercicios se obtienen beneficios en el insomnio, la ansiedad y estrés, la memoria, el estado de ánimo…. O sea, es una perfecta mezcla de lo físico y lo mental», esgrimen los especialistas de Corpora Pilates. A Noelia Duarte, directora técnica de Viding Castellana, no le gusta hablar de un tipo de pilates mejor que otro para hombres. «Por contextualizar, en pilates podemos utilizar diferentes herramientas como: implementos (aro, foam, goma, soft ball…), máquinas reformer, cadilac, silla, barril… Por lo tanto, más que hablar de pilates para hombres o mujeres, sería conveniente conocer el objetivo y la experiencia de cada persona para poder elegir la herramienta más adecuada», explica. «Si tiene poca experiencia, se recomienda empezar con la base « pilates mat » o incluso iniciarse con pilates reformer si el nivel es básico. Si ya tiene un nivel más avanzado, podrá utilizar los implementos que requieren mayor concentración y coordinación. El pilates en reformer, cadilac o silla, puede ser muy interesante para un perfil avanzado, tanto el que busca rendimiento como el que busca salud», agrega. Laura Cabral y el doctor Bosco, de Corpora Pilates, opinan que «los hombres, si no tienen problemas, pueden hacer suelo o máquinas, pero si hay alguna lesión se recomienda hacerlo en las máquinas». La única condición, señalan, es «seguir una secuencia progresiva en la elección de los ejercicios adaptada a las condiciones propias de los hombres». En este sentido, Niven Villalobos considera que para el género masculino «conviene aportar mucha intensidad a través de la técnica del método tradicional. Después de eso se puede optar por alguna de las corrientes alternas (no clásicas) en las que se utilizan los aparatos o implementos de Pilates». El director de N7 Pilates Box pone como ejemplo su método de entrenamiento, que « involucra entrenamiento funcional ». Sí. De hecho, es habitual que se utilicen mancuernas. De hecho, la maestra y directora de Corpora Pilates, Laura Cabral, que trabaja como entrenadora de deportistas de élite, ya las utilizaba en 2008 en variados ejercicios de pilates con el objetivo de « aumentar el rendimiento cardiovascular y para incrementar la carga muscular desde los músculos profundos (posturales) hacia los músculos superficiales (dinámicos), lo que mejora la fuerza y potencia», señala. Noelia Duarte coincide en que el pilates «también puede incluir el uso de peso, como mancuernas pequeñas, balones medicinales o bandas de resistencia ». Esta forma de practicar la disciplina, dice la experta de Viding Castellana, «aumenta la intensidad, mejora la tonificación muscular y eleva el desafío cardiovascular, lo que lo hace muy exigente». En opinión de Duarte, este tipo de pilates «es ideal para hombres que buscan reducir posibles molestias o dolores, ganar fuerza, mejorar la coordinación y disfrutar de una práctica que exige tanto físicamente como mentalmente». A Niven Villalobos le parece no solo eficaz, sino más divertido incluir las pesas en sus entrenamientos de pilates. «Mis clientes aprenden a controlar el cuerpo ante lo que supone un elemento externo como un aparato de Pilates, con unas pesas o con una pelota de tenis y todo esto para que sus cuerpos sean eficientes fuera del estudio», dice. Eso sí, como advierte el equipo de Corpora Pilates, « hay que tener cuidado con la progresividad para que no haya lesiones ». De ahí la importancia de practicar pilates de la mano y bajo la guía de profesionales expertos en la materia. «Es fundamental. Pilates es un método que cuando se hace bien funciona: es excelente, pero cuando se hace mal: o no hace nada (un pilates «hueco») o puede lesionar», concluyen los expertos de Corpora Pilates. «Me temo que tiene la máxima prioridad. Si te van a enseñar a hacer algo tan íntimo como es aprender a controlar tu cuerpo, tienen que ser especialistas y con mucha experiencia en todo su personal», asegura Niven Villalobos. Para Noelia Duarte, es esencial si vas a empezar con el pilates que «busques un instructor cualificado, dominar lo básico, coordinar la respiración y el movimiento, cuidar tu alineación, escuchar a tu cuerpo, practicar con constancia y tener paciencia para ver resultados». La directora técnica de Viding Castellana advierte sobre errores habituales en hombres principiantes: «falta de control, mala respiración, tensión innecesaria, priorizar fuerza sobre técnica, mala alineación y falta de constancia». Para Duarte es esencial corregirlos y evitarlos, y por eso es esencial elegir un centro o profesional experto —«hay muchos centros deportivos multidisciplinares que entienden la necesidad de contratar al personal adecuado para cada disciplina, garantizando la máxima seguridad durante la práctica del ejercicio—, subraya Noelia— para comenzar con el pilates. «Corregirlos favorece a obtener mejores resultados y reduce la probabilidad de lesión», comenta. El director de N7 Pilates Box, Niven Villalobos, recomienda sobre por encima de todo «empezar con los aparatos como principiantes, pues asisten en la tolerancia de cargas externas a las que nos enfrentamos constantemente». En su opinión, «el pilates en suelo no es malo, pero tiene un componente de riesgo alto si hay patologías severas. Esta forma de empezar es la clásica y si lo piensas, la más lógica», apostilla.