Con el anuncio de las dos mociones de censura, ¿cuáles podrían ser los próximos pasos del gobierno de Macron?
El Gobierno de Macron no tiene muchas opciones a su disposición. El primer ministro, Michel Barnier, ya ha hecho varias concesiones presupuestarias a Regrupamiento Nacional (RN). El primer ministro Barnier, nombrado en septiembre pasado, no ha estado a la altura de las expectativas. Por el momento, parece que RN
¿Anticipa unas próximas elecciones presidenciales en Francia?
Soy escéptico ante la perspectiva de que Macron convoque nuevas elecciones presidenciales. Es cierto que, como lo demuestra la crisis actual, las dificultades de presidir un Gobierno minoritario son inmensas; la amenaza de una moción de censura acecha en cualquier momento. Dicho esto, a Macron todavía le quedan más de dos años de mandato actual. Su presidencia ha estado teñida de obstinación y sordera ante las críticas y la opinión pública en general. A la luz de estas circunstancias, es poco probable que convoque prematuramente nuevas elecciones presidenciales.
¿Será Le Pen la principal candidata de su partido o, por el contrario, la va a impulsar Jordan Bardella?
Por lo que puedo ver, la base del Agrupamiento Nacional es muy fiel a Marine Le Pen. Jordan Bardella es todavía muy joven, tiene 29 años, y en el futuro tendrá muchas oportunidades de presentarse a las elecciones nacionales. Al mismo tiempo, Marine Le Pen será condenada por corrupción (malversación de fondos de la UE) en marzo de 2025. El resultado de la sentencia podría desempeñar un papel importante en la elección del candidato presidencial por parte del partido.
¿Cuáles son los motivos por los que tanto la izquierda como la derecha francesas van a promover una moción de censura al actual gobierno?
El verano pasado, Macron se negó a elegir un candidato del Nuevo Frente Popular para primer ministro, a pesar de que la izquierda había ganado una pluralidad de votos populares en las elecciones parlamentarias del pasado julio. Por lo tanto, hay un poco de descontento entre la izquierda y Macron; es decir, a la izquierda sin duda le encantaría verlo caer en llamas en una moción de censura. El RN, al seguir exigiendo concesiones en las negociaciones presupuestarias, ha actuado desde una posición de fuerza, lo que a su vez hace que el Gobierno de Macron parezca cada vez más débil. Por lo tanto, se podría decir que, desde el punto de vista del RN, se trata de una situación de “ganar-ganar”. Su credibilidad como partido político viable –algo que el antiguo Frente Nacional buscó sistemáticamente en vano– sólo ha mejorado.