El Gobierno de la Ciudad lanzará en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad un plan con 3 ejes que incluye más de 30 políticas públicas para consolidar la inclusión de las personas con discapacidad en el ámbito porteño.
En un acto que se realizará en el Teatro Colón desde las 10 de la mañana, el Gobierno porteño presentará su estrategia que busca que la discapacidad sea un eje transversal en la política pública.
Con el foco puesto en el Estado como mediador, la Ciudad elaboró un plan que incluye desde la accesibilidad, tanto física como a la información, hasta la generación de oportunidades de trabajo y el desarrollo de programas de vivienda.
El programa, impulsado por la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio, se propone poner a la discapacidad en el centro de la escena. Es que en la Ciudad, uno de los distritos más envejecidos del país, viven o transitan más de 500 mil personas con discapacidad.
Otro de los ejes tomados en cuenta para estas medidas es que el 50% de las discapacidades son adquiridas durante la vida. "La discapacidad no discrimina", deslizó Muzzio en línea con el anuncio.
Los 3 ejes que ordenan este conjunto de políticas son la accesibilidad universal, la formación y el bienestar y la proyección a futuro.
El primer eje consiste en mejorar la accesibilidad física tanto en los edificios públicos como privados, así como a la información. "Hay deficiencia de datos", explicó la vicejefa de Gobierno.
Entre las medidas concretas, están la creación de una ventanilla única que reúna toda la información sobre programas, servicios, normativas, beneficios y trámites que necesita una persona con discapacidad.
Además, facilitarán el acceso al Certificado Único de Discapacidad (CUD), optimizar la atención y el acompañamiento de las personas con discapacidad y sus familias en los trámites. Crearán un mapa colaborativo que permita indicar las condiciones de accesibilidad de los lugares y la red de transporte será accesible tanto en sus estaciones, paradas, centros de transbordo y los vehículos en sí mismos.
El segundo eje, de formación, bienestar y recreación incluye fortalecer el acceso en todos los niveles y modalidades a una educación que se ajuste a las necesidades de la persona y la familia.
Además, crearán el primer centro público especializado en educación y rehabilitación en el sur de la Ciudad, dada la "menor oferta de prestadores" que hay en esa región. Desde el GCBA destacaron que la falta de atención adecuada puede reducir hasta 20 años la expectativa de vida de una persona con discapacidad.
Otro de los elementos en este sentido incluye la formación del personal de primera asistencia, el trabajo coordinado con museos, teatros, centros deportivos y colonias para que adapten sus actividades para las personas con discapacidad, así como la creación de circuitos turísticos y atracciones aptas.
Por último, el tercer eje se enfoca en el empleo y la vida independiente. Este es un eje que ya trabaja el Gobierno porteño a través de una mesa con más de 50 empresas para vincularlas con personas con discapacidad que buscan insertarse en el mercado laboral, muchas veces sin éxito por años. "El 15% de las personas con discapacidad tienen un empleo", detalló Muzzio.
En este frente, proponen por un lado fortalecer este enlace a través de la promoción de la generación de puestos de trabajo en el sector privado así como la creación de oficinas totalmente gestionadas por personas con discapacidad.
El GCBA ya presentó un proyecto que será tratado en los próximos días por la Legislatura y que propone la exención del ABL para comercios y servicios que tengan hasta un 50% del personal con discapacidad, así como para los centros de rehabilitación y educativos, una deducción del 50% de Ingresos Brutos sobre las contribuciones patronales abonadas para comercios que empleen personas con discapacidad, una bonificación del 50% de los ingresos brutos para las personas con discapacidad y garantizar la exención del pago de patentes.
Una de las novedades más significativas es el análisis junto con el Centro de Arquitectura y Urbanismo de modelos de vivienda comunitaria que permitan que las personas con discapacidad puedan independizarse de sus familias y aún recibir la asistencia que requieran. Es que solo el 20% de las personas con discapacidad viven de forma independiente.