El túnel submarino, Fehmarnbelt Fixed Link, es el ambicioso proyecto de infraestructura que transformará la conexión entre Alemania y Dinamarca. Este túnel submarino, de 18 kilómetros de longitud, se convertirá en el más extenso de su tipo al combinar vías ferroviarias y carreteras en un diseño único. Se espera que esta monumental obra de ingeniería, que estará lista en 2030, no solo reduzca significativamente los tiempos de viaje, sino que también impulse el comercio y el turismo en la región.
Con un costo estimado de 7.100 millones de euros, este megaproyecto es considerado una de las mayores hazañas de ingeniería de Europa. Su diseño incorpora 89 módulos prefabricados de hormigón, cada uno con un peso de 73.000 toneladas, que serán colocados en el lecho marino del estrecho de Fehmarn, a una profundidad de hasta 40 metros bajo el Mar Báltico.
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El Fehmarnbelt Fixed Link tendrá cinco galerías diferenciadas: dos para el tráfico vehicular, dos para trenes y una central destinada a servicios de emergencia. Esta configuración mixta no solo facilita el tránsito entre los países, sino que también garantiza la seguridad y eficiencia del transporte.
Actualmente, cruzar el estrecho entre las islas de Fehmarn (Alemania) y Lolland (Dinamarca) requiere un trayecto en ferry que tarda 45 minutos, excluyendo las esperas. Con el túnel, el tiempo se reducirá a solo 10 minutos en coche o 7 minutos en tren, gracias a trenes que alcanzarán velocidades de hasta 200 km/h. Este avance conectará de manera más eficiente Hamburgo y Copenhague, reduciendo el tiempo total de viaje entre ambas ciudades de casi cinco horas a dos horas y media.
El túnel Fehmarnbelt se construye utilizando módulos gigantes de hormigón prefabricados, que son ensamblados en tierra y sumergidos en el Mar Báltico tras un extenso trabajo de dragado. Cada módulo mide 217 metros de largo y 42 metros de ancho, requiriendo cantidades masivas de materiales: se usarán 1.500 toneladas de acero por semana, suficientes para construir 50 Torres Eiffel.
Además, la tecnología juega un papel crucial en esta obra. Robots especializados ensamblarán más del 70% de las uniones metálicas entre módulos, mientras una grúa magnética colocará barras de acero de 15 metros de longitud y 32 milímetros de diámetro para reforzar la estructura. La empresa española DMC-Wire lidera las tareas de soldadura, aportando innovación y precisión a un proyecto que empleará a más de 3.000 trabajadores hasta su finalización.
Este túnel submarino promete revolucionar la movilidad en Europa al integrarse en la ruta E47, una arteria clave que conecta Alemania, Dinamarca y Suecia. Además de los beneficios en tiempo, el proyecto eliminará la dependencia de los ferris, mejorando la fiabilidad del transporte y reduciendo las emisiones de carbono.
La obra también representa un avance significativo para el transporte ferroviario europeo. Con capacidad para manejar trenes de alta velocidad y carga pesada, facilitará el comercio entre el norte y el sur del continente, consolidando su papel como un punto estratégico en la infraestructura europea.
