Los planes de pensiones ganan popularidad a finales de año porque sus aportaciones pueden ayudarte a reducir la declaración de la Renta 2024, que se presentará en primavera del año que viene. Sin embargo, este mecanismo de ahorro para la jubilación tiene importantes contras que puede hacer que no sea ideal para todos los perfiles.
Hay que tener en cuenta que un plan de pensiones individual un producto de ahorro enfocado a reservar un colchón para la jubilación, por lo que tiene un acceso más restringido. El titular puede rescatar su plan de pensiones en el momento de su jubilación y en los siguientes casos: a partir de 10 años de antigüedad, en caso de desempleo de larga duración y enfermedad grave.
Por lo tanto, si eres joven quizás es más recomendable que busques otro producto de ahorro que te permita recuperar el dinero antes en caso de que lo necesites para hacer frente a la compra de una casa, la educación de los hijos, etc. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los planes de pensiones son recomendables para personas que rondan los 50 años.
La OCU también considera que, para contratar un plan de pensiones, es conveniente tener rentas del trabajo que tributen en el IRPF y que estas sean altas, "pues tener dinero inmovilizado no será problema y el ahorro fiscal es mayor a medida que crecen las rentas".
Además, debes elegir un plan que te ofrezca un buen plan de inversión y que no te cobre comisiones altas. "En España, las comisiones de gestión y depósito suponen de media un 1,3% anual, y nos parece mucho en vista del escaso desempeño de la mayoría de planes: obtienen un 3% medio anual en los últimos 10 años", expone la OCU.
Por último, el rescate también es importante, ya que si eliges una modalidad que conlleve un mayor pago de impuestos puedes acabar perdiendo buena parte del ahorro conseguido. En este enlace puedes consultar la forma más rentable de rescatar un plan de pensiones.
Desde 2022, el límite máximo de deducción por aportaciones a planes de pensiones individuales asciende a la menor cifra entre 1.500 euros o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y/o de actividades económicas. Este límite es aplicable a planes de pensiones individuales y planes de previsión asegurados (PPA), pero también para las aportaciones realizadas a planes de pensiones de empleo (PPE), planes de previsión social empresarial (PPSE) y mutualidades de previsión social.
No obstante, la aportación deducible podrá incrementarse en hasta otros 8.500 euros adicionales (hasta un total de 10.000 euros) para los planes de empleo y los planes empresariales, siempre que tal incremento provenga de contribuciones empresariales o de aportaciones del trabajador al mismo instrumento de previsión social empresarial por importe igual o inferior a la respectiva contribución del empleador. Es decir, 4.250 euros por parte de la empresa y 4.250 euros por parte del trabajador.
Si tu pareja también cuenta con un plan de pensiones, pero no tiene rendimientos netos del trabajo y/o actividades económicas o estos son inferiores a 8.000 euros anuales, podrás aportar 1.000 euros extra al plan de tu cónyuge. Además, las personas con un grado de minusvalía física igual o superior al 65% o minusvalía psíquica de un 33% o superior podrán aportar hasta un máximo de 24.250 euros incluyendo las aportaciones hechas por terceros, que no podrán ser superiores a 10.000 euros anuales.