El panorama para estudiantes internacionales en Estados Unidos podría complicarse con las medidas migratorias que Donald Trump planea implementar tras su retorno a la presidencia en 2025. Universidades y expertos advierten sobre restricciones que impactarían directamente en visas, programas de estudios y la permanencia de miles de alumnos extranjeros en el país.
Instituciones de prestigio como el MIT, Wesleyan University y la Universidad de Massachusetts han emitido comunicados para sus comunidades internacionales. Estas advertencias se centran en el posible endurecimiento de las políticas migratorias, siguiendo el patrón establecido durante el primer mandato de Trump.
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Por ejemplo, las universidades instan a los estudiantes internacionales a regresar a campus antes del 20 de enero, fecha de la toma de posesión, para evitar complicaciones legales derivadas de nuevas medidas. En años previos, la administración Trump impuso prohibiciones de viaje y restringió la renovación de visas, afectando severamente a quienes dependían de estos permisos para continuar su educación.
Además, profesores y estudiantes expresan su preocupación por el futuro. Chloe East, académica de la Universidad de Colorado, indicó que muchos jóvenes se sienten "abrumados y ansiosos" ante el temor de perder sus permisos de residencia temporal.
Entre las propuestas que podrían implementarse nuevamente se encuentran:
Además, las políticas podrían enfocarse en estudiantes provenientes de países con tensiones diplomáticas con EE. UU., como China, Irán y Venezuela, afectando tanto a nuevos solicitantes como a quienes ya residen legalmente en el país.
Estudiantes como Aoi Maeda, originaria de Japón, afirman que las relaciones entre Estados Unidos y ciertas naciones podrían deteriorarse, complicando aún más la situación para los alumnos internacionales.
El historial migratorio de Donald Trump incluye intentos de eliminar el programa DACA, que protege a más de 600,000 jóvenes inmigrantes, y la implementación de vetos de viaje que afectaron a ciudadanos de varios países de mayoría musulmana. Estas decisiones generaron incertidumbre y obstáculos para los extranjeros en el sistema educativo estadounidense.
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Además, se han anunciado planes para construir centros de detención masiva y acelerar procesos de deportación, medidas que podrían ampliarse a estudiantes y académicos en situación migratoria irregular o con visas próximas a vencer.
Ante este escenario, las universidades no solo buscan proteger a sus estudiantes, sino también preservar el aporte de talento internacional que enriquece la educación superior. Alumnos, docentes y organizaciones defensoras de derechos humanos llaman a mantenerse informados y buscar apoyo legal para enfrentar las posibles restricciones que podrían comenzar a implementarse en enero de 2025.