El 85% de la población española se opone a la desaparición del efectivo, un porcentaje que crece hasta rozar el 90% entre las personas mayores, grandes defensoras del dinero en metálico en un contexto en el que los pagos con tarjeta de crédito o débito son los medios de pago más utilizados en nuestro país, y que, además, han alcanzando su máximo en la serie histórica con un 57% este 2024. Así se desprende de la encuesta sobre accesibilidad y permanencia del dinero en efectivo elaborada por GAD3 para la plataforma Denaria, asociación para la defensa del dinero en efectivo como bien social y público.
A grandes rasgos, el dinero en metálico es utilizado por un tercio de la población española. Asimismo, y según dicho estudio, otros de los ciudadanos más afines al uso del efectivo son los que tienen menos ingresos (88%) y los que lo usan habitualmente en forma de pago (96%) en detrimento de otros mecanismos más tecnológicos, aunque algo más de la mitad de la población ha visto dificultado el uso del dinero en efectivo en el último año.
Siete de cada diez españoles consideran que el dinero en efectivo sigue siendo importante en su vida, un sentimiento todavía más extendido entre la población anciana y las personas con menores ingresos, que son las que más lo usan. Entre los motivos enumerados por los encuestados acerca de la importancia del efectivo están la privacidad (92%), la reducción de riesgos de fraude (86%), su fiabilidad como método de pago que siempre funciona (84%) –pues el sistema de pago con tarjeta puede caer en cualquier momento– y su utilidad para controlar los gastos (78%).
En este sentido, el estudio indica que en 2024 ha aumentado la preocupación por los riesgos asociados a los pagos digitales, sobre todo, en lo relativo a la exposición de la localización (75%), aunque lo que más sigue preocupando es la exposición de datos personales, como puede ser el saldo económico de la tarjeta. Las ciberestafas tienen como principal objetivo a los que usan métodos de pago digitales, delitos que en los últimos años se están intensificando, por lo que el dinero en efectivo se posiciona como una opción más segura frente a este tipo de fraudes.
Por los problemas que pudieran surgir, un tercio de la población retira efectivo diariamente de un cajero para asegurarse de tenerlo disponible en cualquier momento, mientras que un 40% lo hace semanalmente, siendo la frecuencia mayor, de nuevo, entre las personas mayores. Sin embargo, acudir al cajero a veces no es tan fácil como parece, sobre todo en poblaciones más pequeñas y envejecidas, donde apenas hay una entidad bancaria o ninguna, lo que obliga a desplazarse a decenas de ciudadanos.
Por esta razón, el 95% de la población apoya la instalación de cajeros en todos los municipios de cierto tamaño, aunque otras iniciativas también cuentan con gran apoyo como el servicio de distribución de efectivo por correos (70%) o que los comercios actúen como puntos de retirada (68%). Es más, ocho de cada diez ciudadanos creen que la institución que debería garantizar este servicio es el Banco de España y proporcionar la infraestructura necesaria para la retirada de efectivo en cualquier punto del país.