Un equipo de arqueólogos ha realizado uno de los descubrimientos más importantes de la última década en Luxor, Egipto. Bajo las arenas del desierto, se ha revelado una ciudad perdida relacionada con la época de Tutankamón y Amenhotep III. La excavación, liderada por el renombrado egiptólogo Zahi Hawass, ha sacado a la luz estructuras intactas, objetos cotidianos y jeroglíficos, ofreciendo una mirada inédita a la vida cotidiana en el siglo XIV a.C.
El "Ascenso de Atón", es la ciudad que estaba oculta durante más de 3.000 años. Según los expertos, el hallazgo podría proporcionar pistas clave sobre la transición del poder entre Amenhotep III y su hijo Akhenatón, así como el regreso al politeísmo bajo el gobierno de Tutankamón. Los arqueólogos señalan que esta ciudad es comparable en importancia con el descubrimiento de la tumba de Tutankamón en 1922, por la cantidad y calidad de sus hallazgos.
Los arqueólogos han identificado al "Ascenso de Atón" como una ciudad administrativa y residencial. Se estima que fue fundada durante el reinado de Amenhotep III, conocido por su prosperidad y estabilidad. Sin embargo, las estructuras encontradas sugieren que la ciudad fue abandonada abruptamente, posiblemente durante el mandato de Akhenatón, cuando la capital se trasladó a Amarna.
Zahi Hawass destacó que los restos indican una planificación meticulosa, con barrios claramente delimitados. Entre los hallazgos más significativos figuran vasijas con inscripciones, anillos de oro y herramientas utilizadas en la construcción de templos, lo que confirma la importancia económica y religiosa de este asentamiento en la antigua Tebas.
Las excavaciones han revelado murallas bien conservadas de hasta tres metros de altura, lo que demuestra el nivel de protección y organización en la ciudad. Además, se descubrieron talleres dedicados a la producción de amuletos, cerámica y herramientas metálicas, esenciales para la vida cotidiana y las ceremonias religiosas.
Otro hallazgo clave fue un gran horno utilizado para fabricar ladrillos de barro, posiblemente destinados a la construcción de templos y edificios administrativos. Esto refuerza la teoría de que el "Ascenso de Atón" desempeñó un papel crucial en la infraestructura del Egipto antiguo. La presencia de inscripciones jeroglíficas indica que esta ciudad fue un importante centro económico y cultural durante la época de los faraones.
Ubicada cerca del Valle de los Reyes, esta ciudad plantea nuevas preguntas sobre la relación entre los faraones y su entorno inmediato. Los arqueólogos especulan que su ubicación estratégica permitía el acceso rápido a las tumbas reales y a los recursos necesarios para su mantenimiento, lo que subraya su importancia.
El descubrimiento de esta ciudad también podría proporcionar nuevas pistas sobre las prácticas funerarias y los rituales asociados con Tutankamón, cuya tumba ha fascinado al mundo durante más de un siglo. Los investigadores esperan que futuros estudios revelen más detalles sobre la organización social, la religión y la vida cotidiana de esta ciudad perdida, añadiendo nuevas capas al conocimiento del Egipto faraónico.