Las exportaciones de pollitos y pollitas de un día de nacidos, esenciales para la producción de carne y huevos, se han más que triplicado en la última década. El principal destino: Nicaragua. Entre el 87% y el 100% de los envíos se dirigieron hacia el país vecino en este periodo.
En 2013, las exportaciones de estas aves generaron $2,82 millones, equivalentes a 205,4 toneladas. Para 2023, la cifra ascendió a $9,44 millones con un total de 781,5 toneladas exportadas. Esto representa un crecimiento del 252% en ingresos, es decir, tres veces y media, según datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
William Cardoza, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Avicultores (Canavi), señaló que prácticamente el abastecimiento de productos avícolas en Nicaragua se hace desde Costa Rica, debido a que en el vecino país no se produce huevo fértil ni ha logrado actualizar su material genético.
Costa Rica mantiene actualizado su inventario de variedades avícolas mediante importaciones de huevos fértiles y pollitas reproductoras de empresas internacionales especializadas en líneas genéticas para engorde y para postura de huevos.
“En Nicaragua no han logrado desarrollarlo y se les complica las importaciones desde Estados Unidos; entonces, se abastecen desde Costa Rica. Mientras más crece el mercado de Nicaragua, más se va a exportar”, explicó Cardoza.
El segundo destino, aunque en menor grado, es Honduras. A pesar de su producción avícola a gran escala, una empresa costarricense encontró un nicho específico en ese país, agregó Cardoza.
Consumo de carne de cerdo aumentó en 2023, pollo y res se mantuvieron sin cambios
Las exportaciones desde Costa Rica incluyen pollos de engorde de las razas Ross y Cobb, y aves ponedoras de las razas Isa y Novogen, detalló Cardoza. Tres empresas afiliadas a Canavi se dedican a la exportación de estas especies. Este representante aclaró que las exportaciones no afectan el abastecimiento nacional, ya que cada mercado tiene sus propias granjas para cubrir su demanda.
La producción para consumo interno se estima en 150 millones de kilogramos de carne de pollo al año, con un consumo promedio de 33,5 kilos por persona anualmente. En el caso del huevo, se producen aproximadamente 4 millones de unidades diarias, alcanzando un consumo per cápita anual de 280 unidades, equivalente a unos 17 kilos, según datos de Canavi.
Jefferson Fernández Calvo, gerente de Ventas de Avícola Pozos, señaló que el incremento en las exportaciones desde Costa Rica se debe al crecimiento del consumo per cápita de productos avícolas en el país vecino y coincidió que el sector en ese destino no tiene capacidad de abastecimiento ni reproductoras que produzcan el huevo fértil.
Avícola Pozos, fundada en 1983 en Río Segundo de Alajuela, exporta semanalmente unas 70.000 aves de engorde y alrededor de 50.000 pollitas ponedoras anuales a Nicaragua.
El proceso de exportación se realiza por vía terrestre. Las aves, de las razas Cobb, Ross y Novogen, se transportan en vehículos especializados con ventilación para evitar daños durante el trayecto, que dura entre 12 y 15 horas.
Las exportaciones se hacen cuando las aves tienen un día de nacidas. El precio promedio es de $0,95 para los pollos de engorde y de $1,50 para las aves ponedoras. Esto se debe a que, por genética, el nacimiento de hembras para reproducción es menos probable en comparación con los pollos destinados a la producción de carne.
Una fuente del sector avícola nicaragüense, que pidió el anonimato, confirmó que Nicaragua siempre ha dependido de las importaciones debido a la falta de genética propia. “No tenemos producción de aves ponedoras; siempre se han importado recién nacidas y los granjeros las desarrollan. Cuando alcanzan la edad de postura, se recolectan los huevos para su distribución”, explicó.
La fuente agregó que Costa Rica es actualmente el principal origen de estas aves. En una época, el abastecimiento lo garantizaba, principalmente, El Salvador, pero un protocolo establecido a principios de los años 2000, tras casos de influenza aviar de baja intensidad, motivó a algunos granjeros a cambiar hacia proveedores costarricenses.
En cuanto a los pollos de engorde, Nicaragua enfrenta cierto déficit debido a la falta de incubadoras, especialmente en el sector avícola de pequeña escala, por lo que recurren a las importaciones, mientras que las grandes empresas importan más el huevo fértil, ya que cuentan con los equipos de incubación.
Más del 60% de la producción de huevo en el vecino país está en manos de medianos y grandes productores. En el caso de la carne de pollo, el 90% es garantizada por el sector industrial.