Mujeres de todas las edades se reunieron en el parque central de San José para marchar juntas este lunes y exigir que la violencia en su contra sea declarada una emergencia nacional. Hacen el llamado por ellas, por sus hermanas, amigas y todas las que ya no están.
Antes de iniciar la caminata por la capital para conmemorar el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se oye un grito de muchas: “Venimos por las que no pueden alzar la voz”. La actividad fue convocada por organizaciones, colectivos, partidos y activistas independientes que piden el cese de las agresiones y muertes.
A las 5:40 p. m., cuando la lluvia cesó, comenzaron su ritual por las calles, a pesar de las pitoretas y vehículos que pretendían avanzar rápido por la avenida segunda.
Familias de mujeres y niñas asesinadas encabezaban el grupo, también se hicieron presentes hombres que perdieron a hijas, hermanas y sobrinas.
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Entre ellos estaban los parientes de Katherine Garro, como su padre, Luis Sánchez, quien marchó con velas y lonas con el rostro de la mujer, de 37 años. Ella fue asesinada a inicios de noviembre, en Purral de Goicoechea, aparentemente por quien fuera su pareja, un individuo que había estado privado de libertad ocho meses por atentar contra la vida de Katherine.
“Katherine Garro: te arrebataron de este mundo pero vivirás por siempre en nuestros corazones. No al femicidio ni al maltrato. La mujer se ama y se respeta”, decían en las pancartas.
Xavier Sánchez también llegó con un gran cartel que reclamaba que hace 1.578 días él y su familia están en una lucha constante: ellos buscan justicia para Fernanda Sánchez Aguilar, de 31 años, y su hija Raisha, de 12, quienes fueron asesinadas a golpes el 30 de julio del 2020, en San Pablo de León Cortés.
“El próximo lunes 2 de diciembre iniciamos después de luchas tan fuertes un proceso en el que esperamos ver luz con justicia para Fernanda y Raisha, quienes fueron víctimas de femicidio”, manifestó.
Un hombre de apellido Ríos, de 54 años, y papá de la menor, es el único sospechoso del doble homicidio. Los familiares de las víctimas sostienen que este individuo había amenazado de muerte a Fernanda, seis meses antes de que los cuerpos de ambas aparecieran a 200 metros de la casa en la que vivían.
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“Marchamos por toda la situación de violencia, hay demasiados casos de femicidio. La violencia ha aumentado demasiado en los últimos años. Es importante venir y evidenciar, generar representación de mujeres que no pueden venir o alzar la voz. Las apoyo, las entiendo”, expresó Marcela Segura, una de las participantes.
Marcela junto con Inti Alvarado y otro grupo de amigas llevaron al parque central con un cartel repleto de nombres de víctimas.
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En la multitud iban mujeres nicaragüenses refugiadas que recordaron a sus compatriotas desaparecidas; madres e hijas de territorios indígenas; mujeres trans marcharon por sus compañeras y grupos de familias se unieron a alzar la voz porque creen que la violencia tiene que parar.
Se oyeron canciones alegres y otras que recuerdan el dolor de perder a un ser querido, hubo tumbacocos, y matracas en una marcha pacífica durante una noche clara en la que la lluvia no volvió a aparecer.
Se vieron muchachas con diademas luminosas y otras que llevaron sombreros de bruja como reclamo a todas aquellas mujeres que murieron al ser consideradas “malas solo por ser inteligentes”, expresó Amanda Carvajal, una de ellas.
Incluso, hubo un cartel con la frase “la vergüenza tiene que cambiar de bando” y que proclamó la hoy mundialmente conocida francesa Gisèle Pelicot, víctima de abusos y violaciones por parte de decenas de hombres, impulsados por su esposo.
La marcha concluyó en la plaza de la Democracia, donde se honró a las víctimas en un altar con velas.
Según datos del Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y el Acceso a la Justicia del Poder Judicial, en lo que va del 2024 y con corte al 13 de noviembre, en Costa Rica han ocurrido 70 muertes violentas de mujeres, de las cuales 21 fueron femicidios y 41 estaban pendientes de clasificar por parte de la Subcomisión Interinstitucional de Prevención de Femicidios.
En el mundo, una mujer es asesinada cada 10 minutos a manos de su pareja o un familiar, informó ONU Mujeres, la entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento.
