El Doctor Rofatnik, a quien los fans llamaban "Doc", se veía casi como un político con su elevado sombrero blanco, corbata roja y un pin con la bandera estadounidense. La sonrisa no se le borraba de la cara mientras recorría sus dominios en Roblox, la plataforma de juegos multimillonaria en dólares orientada a los niños. Su nombre aludía al villano de Sonic the Hedgehog, de Sega, pero a criterio de miles de jugadores en el primer verano boreal del covid-19, en realidad era un héroe.
Doc había sido el arquitecto del juego Sonic Eclipse Online. Cualquiera puede hacer un juego dentro del arenero digital de Roblox, y su versión de contrabando de la franquicia de Sega fue un éxito descomunal. Ofrecía a los jugadores un lugar en el que podían correr con sus amigos atravesando tubos como el erizo azul epónimo, pero gratis.
En septiembre de 2020 unos 36 millones de personas, más de la mitad de ellas menores de 13 años, entraban a diario en Roblox, lo que la convirtió en la más grande zona recreativa infantil del mundo. Sonic Eclipse era un activo callejón en el que los niños podían comprar la moneda virtual Robux con sus asignaciones semanales, y luego usarla para conseguir trajes y transformarse en personajes con más onda. Doc decía ser uno de los desarrolladores mejor pagos en Roblox, algo de lo que se ufanaba en su comunidad en la app de chats Discord.
Allí miles de admiradores lo conocían con el nombre de Jadon Shedletsky, de 28 años, "un desarrollador de juegos, visionario de la industria y un poco agrandado", según figuraba en su biografía. Era el hermano menor californiano de la leyenda de Roblox John Shedletsky, veterano director creativo de la plataforma, o eso decía. Nadie sabía qué aspecto tenía en verdad Doc, pero a todos les decía que era musculoso, con cabello rubio y ojos azul verdosos. Aseguraba con se movía en autos de lujo con una "atractiva novia española".
El humor negro y picante de Doc lo volvía más tentador para muchos chicos. La vez que posteó una broma sobre violaciones un admirador respondió "10/10". Le festejaron que llamara "esclavas sexuales" a las chicas jóvenes que lo ayudaban a producir Sonic Eclipse. Decía que era "el viejo con niños en el sótano". Los fans se peleaban entre ellos por estar de su lado y trabajar para él.
Algunos también se apresuraron a defender su honor en septiembre de 2020, cuando un jugador de Sonic Eclipse subió a Twitter capturas de pantalla de una conversación privada entre Doc y un preadolescente:
"Tienes 12 y supongo que vas a tardar en crecer, pero pronto te voy a corromper más allá de sus sueños más extraños". "No se puede decir en palabras lo que voy a hacer con vos". "Sos la razón por la que voy a terminar entre rejas".
La persona que subió las capturas formaba parte de un grupo de gamers que se habían cansado de las parrafadas homofóbicas, racistas y depredadoras que Doc compartía en Discord, y que habían empezado a investigar a la persona que se ocultaba detrás. Cuando Roblox Corp se enteró de los mensajes, cerró la cuenta de Doc. Pero para entonces había transferido la propiedad de Sonic Eclipse a otro gamer, un amigo que lo dirigía en su nombre. Doc decía que la controversia había triplicado sus ganancias. Las fanfarronadas, y los esfuerzos por desenmascararlo, continuaron hasta la primavera boreal de 2022. A partir de entonces Doc desapareció de Internet.
Algunos gamers sospechaban que se había suicidado. Unos meses más tarde un jugador envió un alerta en Discord: "Finalmente arrestaron a Doc".
Debajo había un artículo de un sitio noticioso de Nueva Jersey con el siguiente título: "FBI: chica de Indiana de 15 víctima de grooming rescatada de un hombre de Paterson que había pagado un Uber para llevarla a NJ".
Roblox fue lanzado a comienzos de los 2000, con la premisa de que los juegos eran la nueva frontera en los software educativos. Los niños podrían diseñar enclaves online para jugadores múltiples usando una serie de bloques de construcción y un lenguaje de código simple. A diferencia de los juegos complejos y rebosantes de gráficos de otras compañías, los de Roblox eran del tipo que los chicos podrían imaginar en el recreo, como Experience Gravity o Work at a Pizza Place.
El estilo extraño y burlón de la plataforma atrajo a miles y después a millones de niños que avanzaban por sus mundos como avatares con aspecto de Lego, con sonrisas congeladas y ojos pequeños, y gastaban Robux para acicalarse con pelucas, ropas, colas o alas de dragón virtuales. Avidos por acceder a los jóvenes, marcas grandes diseñaron sus propios juegos, como Gucci Town o Nikeland. Los desarrolladores recibían un 30% de las ventas, y Roblox se quedaba con el resto. El año pasado las suscripciones, mayormente de Robux, llegaron a u$s 3.500 millones.
Con 78 millones de usuarios diarios en la actualidad, Roblox se convirtió en la red social para la generación más joven. La empresa sostiene que cada segundo procesa unos 50.000 mensajes de chat a través de sus protocolos con moderadores, una combinación de inteligencia artificial y empleados humanos que revisan todo el contenido, incluso audios y textos. Roblox dispone de unos 3.000 moderadores, notablemente menos que TikTok, que cuenta con el triple de usuarios diarios pero emplea a unos 40.000 moderadores. (Roblox sostiene que la cifra de moderadores no es indicio de calidad).
A diferencia de otras aplicaciones sociales masivas, que están prohibidas para menores de 13 años o los orientan a versiones seguras, Roblox fue producida para niños. Al menos el 40% de sus usuarios son preadolescentes, y con ese mercado vienen peligros especiales.
Desde 2018 la policía estadounidense arrestó al menos a una veintena de personas acusadas de secuestrar o abusar de víctimas que habían conocido o engañado valiéndose de Roblox, indican datos compilados por Bloomberg Businessweek. Algunos ya figuraban en los registros de agresores sexuales o habían sido acusados de abusar de menores; también había entre ellos un ayudante de comisario, un maestro de tercer grado y un enfermero.
En los últimos treces meses hubo siete detenciones, entre ellas la de un hombre en Florida acusado de tratar de raptar a un adolescente con el que jugaba en Roblox; un hombre inculpado del secuestro de una chica de 11 años de Nueva Jersey a la que había conocido en la plataforma; y un hombre de California que supuestamente abusó de un menor que también había conocido en Roblox. Esos depredadores no sólo estaban merodeando por el patio de juegos virtual más grande del mundo. También usaban Robux para conseguir que los chicos les mandara fotos o cultivaran relaciones con ellos hasta pasar a otras plataformas online y, llegado el momento, a la vida real.
El jefe de seguridad de Roblox, Matt Kaufman, dice que para la compañía son "esenciales" la seguridad y el buen comportamiento. Apunta que el sistema de moderadores de la plataforma revisa todos los chats y otros contenidos digitales, silencia palabras inapropiadas y bloquea el envío de imágenes. Esos sistemas, que pueden intervenir en el transcurso de un minuto, son incluso más restrictivos con los menores de 13, agrega.
Kaufman rechaza la idea de que Roblox tenga un problema sistémico con los menores y entiende que el tema abarca a todo el sector. "Decenas de millones de personas de todas las edades tienen una experiencia segura y positiva en Roblox cada día", asegura. Se negó a comentar sobre casos delictivos concretos.
Con todo, cantidad de personas que trabajaron para Kaufman afirman que Roblox está perdiendo la batalla contra los depredadores. En entrevistas con unos 20 empleados actuales o pasados, incluyendo a moderadores, ingenieros y gerentes de seguridad, todos los cuales pidieron el anonimato debido a acuerdos de confidencialidad o por miedo a represalias de la compañía, Businessweek escuchó repetidas veces que, si bien la seguridad infantil es una de las consignas de la empresa, vigilar la plataforma y a sus 13 millones de juegos es una tarea propia de Sísifo. Una moderadora contó que su equipo recibe cientos de denuncias diarias referidas a la seguridad infantil, muchas más de las que pueden atender.
La vigilancia debería endurecerse en tanto la compañía se esfuerza por llegar a la meta de 1.000 millones de usuarios diarios a la que aspira el cofundador y director ejecutivo, David Baszucki, que es más de diez veces la cifra actual. Ocho empleados actuales o pasados del sector de seguridad alegan que en Roblox el crecimiento de los usuarios tiene prioridad sobre la seguridad infantil. Dicen que no se responden los pedidos de más recursos, lo que generó atrasos en las denuncias de incidentes y la partida de un gerente que se retiró al no cumplirse la promesa de agregar más personal.
Otros dicen que se han rechazado funciones que recomendaron para proteger a los niños, como la emisión automática de alertas de seguridad, y que otras configuraciones de seguridad, como las que impedían conversaciones entre usuarios y extraños, fueron descartadas en los hechos. Si bien la compañía señala que cada vez confía más en la IA para ejercer la supervisión con sistemas que mejoran toda el tiempo, algunos empleados replican que esa tecnología todavía no es capaz de detectar signos sutiles de "grooming".
Un portavoz de Roblox rechaza las quejas referidas a recursos y atrasos. Sostiene que los equipos de seguridad comparten en forma constante ideas sobre nuevas herramientas, que la compañía debe "considerar varios" factores a la hora de decidir su desarrollo y que tiene una "larga lista" de proyectos de seguridad en marcha. "Simplemente es un error insinuar que la falta de una integración inmediata de ideas, herramientas o funciones específicas refleja la falta de interés o de prioridades", argumentó.
Muchos de los empleados de seguridad entrevistados por Businessweek dicen que es más difícil perseguir pedófilos en Roblox que en otras plataformas online, en gran medida porque cada usuario es una colección anónima de pixels. Ese es el problema de dirigirse a niños: no se les puede pedir que se registren con el nombre real, las direcciones de mail ni los números de teléfono. Eso protege su intimidad, pero también la de los depredadores.
Antes de que Doc fuera buscado por el FBI ya lo perseguía una banda de jugadores "vigilantes". Se habían criado usando Roblox, y se quejaban entre ellos de la deficiente supervisión. La ridiculizaban por tener filtros exageradamente estrictos en los chats, que a veces censuraban palabras inocuas pero que no captaban acrónimos como "erp" ("juego de rol erótico", en inglés), o por no detectar avatares con genitales absurdamente grandes o que simulaban actos sexuales en baños digitales. Hacia 2020 muchos habían perdido la confianza en que Roblox pudiera impedir el comportamiento depredador, y por lo tanto empezaron a ocuparse ellos mismos.
Su líder era Ben Simon, hoy de 27 años, quien transmite sobre Roblox en YouTube con el seudónimo de Ruben Sim desde un bungalow en los suburbios de Tucson. "Roblox dedica demasiado tiempo, esfuerzos y dinero a convencer a los padres de que su plataforma es más segura de lo que es en verdad", afirma sentado en una sala de juegos con olor a marihuana y cubierta con carteles de WikiLeaks y grupos de rock.
Simon es una figura controvertida. Se ha burlado de empleados de Roblox por su apariencia física o sus preferencias sexuales, y lanzó insultos contra Baszucki, quien lo bloqueó en X. Roblox lo prohibió de manera permanente cuando tenía 17 años. Desde entonces creó nuevas cuentas y expandió su base de suscriptores en YouTube hasta los 1,2 millones, todo mientras Roblox lo expulsó al menos 100 veces de la plataforma. Sus primeros videos eran sátiras repulsivas de los juegos. Ahora tiene títulos como "Revelando la comunidad más desagradable de Roblox" o "El peor problema de los moderadores de Roblox", y gana dinero mediante la publicidad.
Algunos empleados de Roblox dicen respetar las acciones de Simon; otros lo desprecian por ser un jugador con mala fe que se preocupa más por los clics que por los niños. Pero él responde que ha recibido miles de quejas de usuarios desesperados porque se tomen medidas, con la idea que tendrán más suerte con él que presentando una denuncia a Roblox.
En septiembre de 2020 Simon empezó a recibir mensajes de jugadores que pedían el bloqueo de Doc.
Mandaban capturas de pantalla de conversaciones que Doc había tenido con chicas jóvenes que trabajaban para él, incluso una que detallaba su fantasía de secuestrar y violar a alguien de 12 años. Cuando Simon publicó esos mensajes en Twitter, otros "vigilantes" inundaron las cuentas de Doc tachándolo de pedófilo. Doc respondió con un video de YouTube. En su estilo habitual -sin mostrarse y con la voz alterada electrónicamente- admitió que los mensajes eran reales pero dijo que solo habían sido bromas.
Simon reunió las denuncias y la admisión en un video de siete minutos y lo envió a un empleado del equipo de relaciones de desarrollo de Roblox. Allí pedía el cierre de la cuenta DoctorRofatnik y del juego Sonic Eclipse. Cantidad de otros usuarios dicen que avisaron a Roblox sobre la cuenta de Doc, lo mismo que la madre de la preadolescente que había recibido los mensajes.
Katie Berner, quien ahora tiene 18 años, cuenta que su madre buscó el consejo de Simon antes de mandar una denuncia en la que "explicaba lo sucio y peligroso que era todo". Berner había empezado a jugar en Roblox a los 6 años y a los 13 ya trabajaba para Doc. Al principio le gustaba que se fijara tanto en ella. Pero a medida que fue creciendo se dio cuenta de "lo grave que era que un adulto hablara así conmigo".
Cuatro días después de la notificación de Simon, Roblox cerró la cuenta de Doc y la denunció al Centro Nacional de Niños Desaparecidos o Explotados. Mientras tanto, Doc transfirió la propiedad del juego a un amigo y creó una cuenta nueva. Un jugador recuerda que al regresar citó a Eminem: "Adivinen quién volvió, volvió. Shady está de vuelta, díganselo a un amigo".
En octubre de 2020, después de su prohibición, Doc compartió en Twitter una captura de pantalla que mostraba pagos de u$s 15.097,35 de Roblox y se burlaba de Simon: "Gracias por llevar más dinero a mi juego, man! Son realmente estúpidos por darme tanta repercusión!" (Roblox aclara que siguió buscando y prohibiendo cuentas alternativas pero no prohibió Sonic Eclipse porque el juego mismo no plantea preocupaciones de seguridad. También indica que DoctorRofatnik cobró un total de u$s 41.000 en comisiones como desarrollador en los primeros ocho meses de 2020, pero que ese año no hay registros de pagos por u$s 15.097,35).
Simon envió un mensaje a Roblox protestando por lo que consideraba una reacción débil. "Las ganancias de Roblox dependen de que los padres confíen la seguridad de sus niños a la compañía y eso no ocurrirá si así es como responden frente a depredadores infantiles", escribió. Asegura que no obtuvo respuesta. También trató de denunciar a Doc ante la policía de Tucson pero sólo pudo presentar un alias online.
Finalmente Roblox respondió de algún modo a Simon a fines de 2021: presentó una demanda en su contra por u$s 1,6 millones. En ella lo acusaba de ser el líder de una "ciberturba estilo secta" que ponía en riesgo la reputación de la compañía. También alegaban que operaba cuentas con nombres obscenos, que trató de subir fotos de Adolfo Hitler y que profería insultos homofóbicos en los juegos. (Simon replica que la cuenta de nombre obsceno la creó en broma cuando tenía 15 años, que nunca quiso subir fotos de Hitler y que posiblemente deslizó algunos insultos cuando jugaba de niño en Roblox).
Con Simon a un lado, otros siguieron con su campaña. "Yo tenía que hacer algo si no lo hacía Roblox", recuerda Naru, una jugadora japonesa de 22 años que no quiere que se conozca su nombre real por miedo a ser intimidada. El suyo fue un método diferente: escribió al vicepresidente de desarrollo de productos en Sega Sammy Holdings Incl, que es propietaria de la marca vinculada a Sonic the Hedgehog, y tuiteó a su equipo de relaciones públicas. Les decía que en Roblox un pedófilo estaba usando de manera inadecuada a su personaje icónico.
Más tarde Sega presentó una denuncia de violación de derechos de autor contra Roblox, y a fines de 2021 el luego fue clausurado. Sega no respondió a pedidos de comentarios, pero el aviso del cierre por parte de Roblox fue compartido por jugadores en la red. A los jugadores no se les escapó la ironía de que Sonic Eclipse cayó por los derechos de propiedad de una firma rival, en vez de por la preocupación por la seguridad infantil.
Simon llegó a un acuerdo por la demanda de Roblox alrededor de un mes después de la clausura del juego. Documentos judiciales indican que aceptó pagar u$s 150.000 a la empresa sin admitir faltas, aunque se negó declarar sobre los detalles o si hizo algún pago, alegando un acuerdo de confidencialidad. Roblox también se negó a formular declaraciones.
La misma semana en que se resolvió la demanda, Simon recibió un dato de un fan. Cinco jóvenes sabuesos de Estados Unidos, Reino Unido y Australia habían descubierto una de las viejas páginas de Doc en Facebook. Contenía un link a una página dormida, y cuando investigaron quién la había registrado dieron con el nombre de Arnold Castillo, de Paterson, Nueva Jersey.
Simon contactó con la nueva información a la policía de Tucson, pero la denuncia no avanzó. Un portavoz de la fuerza aclara que no había pruebas suficientes para lanzar una investigación penal, y que estaba fuera de su jurisdicción. Simon replica que no sabía a quién más llamar.
"¿Quién juega a Roblox?", pregunta Kirra Pendergast, de pie frente a 75 estudiantes sentados con las piernas cruzadas en el piso de un auditorio en una escuela primaria de Lennox Head, Australia. Unos 60 levantan la mano.
"¿A quién le pidieron alguna vez ser el novio o la novia de alguien en Roblox?" Esta vez suben una decena de manos, y hay muchos murmullos.
"¿A quién le ofrecieron Robux gratis para hacer algo inapropiado en el juego?" Dos manos se levantan lentamente.
Esta sesión, captada en video en mayo pasado, es igual a muchas otras de las que efectúa Pendergast, quien es fundadora y CEO de Safe on Social Media Pty Ltd., una entidad con oficinas en cuatro países que asesora a escuelas y empresas en seguridad online.
"Empecé a preguntar cosas más específicas -cuenta Pendergast en una entrevista-. Como si a alguien le habían ofrecido Robux gratis para desnudar a sus avatares, y montones de chicos levantaban las manos riéndose". Cientos de chicos contaron desde la pandemia que recibieron pedidos para pasar de mensajearse en Roblox a Snapchat o Discord, o que se animaron a hacer lo que ella califica de "cosas sumamente inapropiadas", como mandar fotos desnudos a cambio de Robux.
"Los padres dejan que los chicos jueguen en Roblox pensando que es un juego para niñitos y no tienen idea de lo que ocurre de verdad", advierte Pendergast. "Si hoy mismo pudiera borrar una app de la faz de la Tierra, sería Roblox".
La función de chat abierto de Roblox es materia discutida entre expertos en seguridad infantil. Otros juegos en red dirigidos a niños, como Splatoon 3 de Nintendo, sólo ofrecen opciones de diálogo preprogramadas para hablar con extraños. En Roblox un niño de 8 años puede, por default, publicar lo que quiera en un chat de juego que ven los otros jugadores a menos que intervengan los censores de IA. Depende de los padres activar funciones de seguridad infantil como la restricción de las categorías de personas con las que puede hablar el chico, o los juegos que pueda jugar. Si no lo hacen, los niños pueden presentarse ante cualquier extraño en un juego, hablar durante horas y aceptar solicitudes para conversar mediante mensajes privados.
"Si un depredador le apunta a chicos jóvenes para hablar con ellos, crear confianza y empezar el proceso de grooming, Roblox es una manera fácil de hacerlo", alerta Ron Kerbs, CEO y fundador de la compañía de seguridad infantil online Kidas. "En vez de ir a un patio de juegos donde todos son niños, van a Roblox".
Roblox está disponible de manera gratuita en una amplia gama de dispositivos, desde iPhones a PlayStations o PC. Lleva menos de un minuto crear una cuenta, ingresar la fecha de nacimiento y entrar en un juego apto para todas las edades. Hace poco una periodista de Businessweek se inscribió identificándose como una niña de 4 años, y se metió en el juego popular Brookhaven RP. Su avatar aparecía en un patio de juegos en una ciudad blanca y estéril. El primer mensaje en una sala de chat pública con otros 21 usuarios empezó con alguien que dijo "Tengo 8". La periodista respondió, "yo tengo 4".
"####", escribió un usuario en un mensaje censurado. "Sal del juego y chateemos", puso otro. En cuestión de segundos llegó una solicitud de amistad y empezó el chat privado.
"Soltera", preguntó el extraño. La periodista repitió que tenía 4 años.
"Tienes chat", preguntó el extraño usando el logo de un fantasma que alude a Snapchat. "La edad solo es un número", agregó.
En los foros más oscuros, los adultos que buscan engañar chicos para abusarlos canjean consejos a cambio de cultivar relaciones en los chats de Roblox, escriben mal ciertas palabras o usan emojis para aludir a apps en las que las conversaciones no tienen filtros y se pueden mandar fotos y videos (el fantasma de Snapchat, un disco por Discord). Un usuario explicó cómo hizo para conectarse exitosamente con niños en la sección de chat: "Simplemente participaba del juego o estaba activo en la sección de chat y después me contactaba". Otros ofrecen Robux a cambio de fotos. "A veces funcionaba como un hechizo", escribió otro en el mismo foro.
Las referencias a tarjetas de regalo de Robux o Roblox -u$s 25 por 2.000 Robux, u$s 100 por 10.000- aparecen en varios informes policiales obtenidos por Businessweek. En un caso, Clinton McElroy, un abusador sexual prontuariado de 48 años de Ellis, Kansas, conoció en 2020 a una niña de 8 años en Roblox. Canjeó miles de Robux por unas 20 imágenes y videos explícitos que ella misma grabó usando su iPad. En un intercambio él le escribió: "Me doy cuenta que esto no es lo tuyo". Ella respondió: "Lo que sea por unos Robux".
Roblox sostiene que la compañía no tolera el comportamiento depredador en la plataforma. Pero la palabra "grooming" no aparece en su guía para moderadores de 2022, uno de cuyos ejemplares fue enviado a Businessweek. Y hasta el año pasado la empresa no tenía sistemas automatizados que busquen de manera activa actitudes de grooming más allá de los filtros textuales básicos, señalan empleados actuales y pasados. Varios de ellos agregan que la conducción de Roblox no ha examinado hasta qué punto los depredadores usan la moneda virtual, a pesar de que los empleados sacaron el tema con los gerentes.
Un portavoz de Roblox dice que la compañía está reforzando su capacidad y aspira a contratar un analista de inteligencia sobre daños financieros. Este portavoz agrega que las leyes de intimidad de los consumidores impiden que las compañías compartan información sobre clientes que compran tarjetas de regalos, lo que dificulta su rastreo.
Los depredadores que las usan evaden la detección. Shane Patrick Penczak, un hombre de 45 años de North Port, Florida, fue acusado de delitos sexuales contra menores en enero de 2022. Le contó a la policía que un chico de 13 años que había conocido en Roblox le compartió la contraseña de modo que Penczak podía "colocar tarjetas de regalo en su cuenta de Roblox", indica la transcripción de su confesión grabada. A cambio recibía cientos de fotos y videos del niños bañándose o realizando actos sexuales. Condenado a 13 años, Penczak agregó que durante tres años regularmente ingresó en la cuenta del chico para leer sus mensajes privados o pagarle miles de dólares en Robux.
En mayo de 2022, cuatro meses después de la detención de Penczak, se presentó en Indiana una denuncia por la desaparición de una muchacha de 15 años. En su habitación faltaban sus dispositivos favoritos, más los cables del cargador, algo de ropa y una manta. Tenía el teléfono apagado, y lo último que había publicado en Instagram era una foto tomada en el asiento trasero de un auto con la frase "Adiós Indiana".
Stacy Hinshaw, una detective especializada en delitos sexuales, pronto advirtió que no se trataba de la típica fuga adolescente. La chica no tenía medios económicos para viajar, y sin embargo había dejado el estado. Alguien se la había llevado.
Hinshaw consiguió autorización judicial para ingresar en los archivos telefónicos de la chica. La última torre que había detectado su celular estaba en Pittsburgh, a unos 500 kilómetros de distancia. Consultó a la familia si la chica había hablado recientemente con alguien en Internet. Sí, contestó la hermana, con un hombre llamado Jacob Shedletsky, que supuestamente era un desarrollador popular de juegos en Roblox. El sospechoso número 1, pensó Hinshaw.
La chica había conocido a Shedletsky ese mes de enero en Roblox, agregó la hermana. El había comprado uno de los dibujos que la chica publicaba en Instagram. Tras llamar a la madre para pedirle permiso, Shedletsky pagó u$s 45 a través de Cash App. Luego empezaron a llegar paquetes de Amazon a la casa familiar dirigidos a la adolescente con un oso de peluche, un tablero de dibujo y un guante de dibujante. Ocasionalmente llegaban también pedidos de McDonald's o de un restaurante chino hechos por DoorDash.
"Al final de la entrevista pensé que la chica estaba con ese hombre -recuerda Hinshaw-. Sólo teníamos que encontrarlo".
La detective rastreó los regalos hasta la cuenta en Amazon de un segundo hombre, Nelson Betancur, con dirección en Paterson, lo que generó un segundo sospechoso potencial. Luego se comunicó con el número telefónico que Shedletsky le había dado a la madre. El hombre que respondió confirmó el nombre y dijo que vivía en California. Admitió que conocía a la chica y que le había mandado regalos, pero que no sabía nada de su paradero. Hinshaw recuerda que el hombre se tomó un tiempo sospechosamente largo para dar información sobre su dirección y fecha de nacimiento. Cuando ella le preguntó por qué había enviado los obsequios de Amazon desde una cuenta diferente, su respuesta fue que Betancur era un socio comercial.
Unos días más tarde, Meta Platforms Inc entregó los resultados pedidos por la Justicia del historial de mensajes del Instagram de la chica, y entonces apareció un tercer nombre: DoctorRofatnik. La chica le había enviado cientos de mensajes. El hombre le decía que estaba enamorado de ella y que "el sexo es algo hermoso". Cuando ella replicó que podría ser demasiado joven para intimar, él escribió: "No es así". El 25 de abril el hombre agregó: "De verdad quiero verte, esto solo va a funcionar si me escuchas".
Contando con pruebas suficientes, Hinshaw contactó al FBI y se comunicó con Len Rothermich, agente especial del equipo de respuesta rápida ante secuestros de niños de Indiana. Rothermich pronto descubrió que la chica había entrado en su Instagram desde una nueva dirección de IP. El hombre llamó a la oficina de emergencia del proveedor del servicio alegando que la vida de la chica estaba en riesgo y que necesitaba obtener la ubicación. Cuando se la dieron verificó que la chica se había conectado desde la misma dirección usada para mandar los paquetes de Amazon.
En la tarde del 11 de mayo, ocho días después de que la muchacha se fuera de Indiana, seis autos sin identificación que transportaban agentes del FBI y policías uniformados ingresaron en una tranquila calle residencial de Paterson. A los pocos minutos vieron a la chica que daba vuelta la esquina caminando con un hombre. Los agentes se aproximaron a la pareja y los separaron. La chica fue llevada a un hospital; el hombre fue esposado y revisado. Llevaba tres condones sin usar. Le preguntaron el nombre. "Arnold Castillo", fue su respuesta.
Pálido, regordete y con escaso cabello castaño, Castillo, de 22 años, fue llevado a una oficina del FBI donde aceptó que lo interrogaran sin abogado. Allí admitió que había usado los alias Jacob Shedletsky, Jadon Shedletsky y DoctorRofatnik para ocultar su identidad. Dijo que había utilizado la cuenta de Amazon de un tío en Florida para mandar obsequios a la chica y que había llegado a un acuerdo con un chofer de Uber al que le pagó u$s 1.000 para que la llevara de Indiana a Nueva Jersey.
Castillo contó al FBI que era un exitoso desarrollador de juegos en Roblox. Decía tener una veintena de niños que trabajaban para él, ayudándolo a crear personajes y administrar los pagos en Robux por los juegos que había creado. Dijo que la muchacha era una artista que prometía, que no era feliz en su casa y que él le ofreció ayuda. Admitió que tuvieron relaciones sexuales varias veces en los ochos días que ella llevaba desaparecida.
Rothermich escuchó la entrevista desde Indiana. "Trataba de imaginar cómo había ocurrido todo esto -recuerda-. Cómo esta chica aceptó irse de casa con un tipo que no conocía, qué había de atrapante en él". Se dedicó a buscar los alias de Castillo en la red y le sorprendió descubrir que no sólo era tan popular como decía, sino que desde un año y medio antes algunos jugadores adolescentes ya habían alertado sobre él. "Viendo lo que hicieron esos chicos en cuanto a reunir todo eso y la capacidad que tuvieron para identificar a Castillo, un piensa que algún día podrían postularse para entrar en el FBI", comentó.
Unas semanas después del arresto, Rothermich descubrió capturas de pantalla de juegos de Roblox en el teléfono de Castillo en las que se lo veía flirteando con la chica. Había usado el seudónimo de LastOutlawz, y sus avatares se daban la mano o se abrazaban vistiendo remeras que decían "Novio" y "Novia". Rothermich consiguió una orden de allanamiento que obligaba a Roblox a entregar las conversaciones, las direcciones de IP y los detalles de conexión de LastOutlawz. Comprobó que en los cuatro meses previos a la detención, Castillo y la chica habían intercambiado mensajes en Roblox sobre la intención de ella de fugarse de su casa.
Cuando directivos en la sede central de Roblox en San Mateo, California se enteraron de lo sucedido, formaron un equipo para analizar qué había salido mal. La compañía alegó que no sabía quién era Castillo antes de la detención, que no había hechos pagos a nadie con ese nombre y que no que tenía registros de cuentas vinculadas con él.
Pero los directivos sabían que tenían que hacer algo para mejorar la protección de los usuarios. Establecieron normas que permitían a Roblox expulsar a usuarios que molestaban a personas en otras plataformas o fuera de la red. También otorgaron mejores herramientas a los moderadores para identificar cuentas nuevas creadas por usuarios prohibidos. En el transcurso de un año la empresa creó además algunas funciones nuevas, como la designación de dos investigadores de seguridad infantil, un equipo de moderadores ante explotación de menores y un jefe de seguridad que dependía directamente del CEO.
Establecida esa red y mientras la pandemia acumulaba millones de usuarios nuevos, Roblox empezó a detectar más incidentes. En 2023 registró 13.316 casos de explotación infantil en el Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados, frente a los 2.973 del año anterior. El año pasado respondió a unos 1.300 pedidos de información de las fuerzas de la ley, lo que incluye citaciones y órdenes de allanamiento, un salto en un tercio frente a 2022. No precisó cuántos de esos pedidos se referían a supuestos depredadores.
Empleados actuales y pasados de Roblox dicen que la empresa quiere mejorar la seguridad. Más allá de las razones morales, también hay repercusiones económicas: cuando un inversor publicó el año pasado una lista de arrestos vinculados con Roblox, los papeles de la compañía cayeron un 8%. (Roblox aclara que otros factores podrían haber causado el desplome). Pero las acciones de los moderadores tienen límites. Como los usuarios de Roblox son mayormente niños, la compañía no les puede pedir información personal más allá de su edad, que tampoco puede verificar si se trata de menores de 13 años. En el formulario de suscripción incluso figura este consejo: "No utilices tu nombre real".
La cobertura del anonimato hace imposible saber si un chico simula ser un adulto para eludir las protecciones de seguridad, o un adulto que simula ser un chico guiado por motivos más siniestros. Y cuando nadie es quien dice ser, resulta más difícil detectar los comportamientos sospechosos. Un moderador de seguridad explica que es común que los depredadores tengan al mismo tiempo decenas de cuentas en Roblox, y que simulen ser chicos de edades diferentes.
Muchos promotores de la seguridad dicen que Roblox logró eludir la atención pública porque los depredadores suelen llevar sus conversaciones sexuales a otros espacios con menos moderadores. Esos críticos creen que fue un descuido que la compañía no fuera citada a las audiencias legislativas de enero pasado en las que los CEO de plataformas de redes sociales fueron interrogados sobre explotación infantil; esto porque Roblox puede actuar como el portal a esas otras plataformas, y porque sus usuarios son especialmente jóvenes y vulnerables. (Portavoces de Discord, Snapt Inc., TikTok y Meta dicen que sus plataformas tienen funciones diseñadas para preservar la seguridad de los niños. Discord cerró el servidor de Sonic Eclipse después de que Businessweek le pidiera declaraciones).
Roblox también alegó que las leyes federales la eximen de rendir cuentas. En dos demandas presentadas el año pasado por padres de California que acusaban a la compañía de engañarlos sobre la seguridad de la plataforma, aparece mencionada la sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, de 1996, que impide que las plataformas de Internet sean responsabilizadas por lo que terceros hacen o dicen en sus sitios.
En uno de esos casos, presentado en un tribunal estatal de San Diego, el principal demandante denunció que usuarios anónimos le enviaban mensajes lascivos por Roblox a su hijo de 7 años pidiéndole que mostrara sus genitales o tuviera sexo virtual. En otro, elevado en febrero a un tribunal federal de San Francisco, los demandantes sostenían que nunca le habrían dado a sus hijos miles de dólares en Robux "si hubieran sabido que la plataforma estaba cimentada en la explotación de los niños". Roblox rechaza las acusaciones y solicitó que las dos acciones legales sean descartadas.
Un coro creciente de defensores de la seguridad, de padres, maestros, abogados y legisladores procura hacer responsable a las compañías tecnológicas de los daños que sus productos causan a los niños. En junio el Inspector General de Salud de EE.UU., Vivek Murphy, pidió la inclusión de etiquetas de advertencia en sitios de redes sociales, como los que aparecen en productos con alcohol o tabaco. Y algunos legisladores estatales o federales presentaron proyectos de ley que buscan diluir la sección 230 u obligar a las compañías tecnológicas a ser más transparentes en cuanto a la seguridad infantil.
Como su escudo de responsabilidad está bajo ataque y pensando en el crecimiento, Roblox intenta elevar la edad de su base de usuarios. Los jugadores mayores de 13 años lo consideran un lugar "chiquitos", indicaba una presentación interna de 2022 examinada por Businessweek. "Sabemos que Roblox pierde atractivo cuando van creciendo", agregaba el texto. La presentación sugería encarar el tema ofreciendo más "experiencias maduras". Los adultos, en concreto, acarrean menos peligros regulatorios y son dueños de sus cuentas bancarias. En el año que pasó Roblox anunció una serie de funciones para usuarios de 17 años o mayores, como videollamadas con avatares o juegos con temas románticos o "muy sangrientos".
Empleados del área de seguridad dicen que los que impulsan el crecimiento quieren la menor cantidad posible de barreras al ingreso. Y apuntan que cada vez que la plataforma facilita la conexión entre personas, se hace más difícil su vigilancia. "Al minuto que anunciaron eso todo nuestro equipo rezaba para que Roblox no lo hubiera hecho", comentó un ex jefe de equipo de seguridad infantil.
A pesar de toda la simulación y las bravuconadas, Castillo parecía un pobre tipo en agosto último en el tribunal federal de Indianapolis, donde se declaró culpable de transportar a una menor cruzando fronteras estatales para mantener relaciones sexuales. De ese modo finalmente se desarmó la red de mentiras que había tejido.
No era hermano de la leyenda de Roblox John Shedletsky. Tampoco vivía en California ni circulaba en autos llamativos con una atractiva novia española. Tampoco era rollizo con cabello claro y ojos azul verdosos. La realidad no era tan agradable.
Nacido en Nueva Jersey, hijo de inmigrantes de habla hispana, Castillo fue retirado de la escuela en séptimo grado por una madre controladora, informó su abogado. A pesar de la falta de instrucción descubrió que tenía facilidad con las computadoras y que podría "ganar buen dinero" diseñando videojuegos. Pero Castillo padecía problemas de salud mental y "nula confianza social", y apenas salía del departamento sobre un garaje que compartía con su madre, donde ambos dormían en la misma cama. Puede que haya sido el monarca de un reino online, pero no tenía amigos de verdad.
La fiscal federal Tiffany Preston explayó luego lo que los investigadores creen que ocurrió en esa terrible experiencia de ocho días. Poco después de que el chofer dejara a la chica en Nueva Jersey, Castillo la llevó a la "diminuta" habitación que alquilaba en la casa adyacente al departamento del garaje y abusó sexualmente de ella.
No había sábanas ni muebles, sólo dos colchones sucios en el piso. Cuando ella se quejó de que se sentía sola, Castillo le compró una muñeca. También le compró tintura de cabello para que modificara su aspecto. Preston dijo que todo había sido "la peor pesadilla de cualquier padre".
La víctima no asistió al tribunal, pero su hermana sí estuvo. En una declaración que leyó ante el juez indicó que la chica estaba sufriendo de depresión y ansiedad desde que la rescataron al punto de que "casi no quiere salir de su habitación". Perdió la confianza en todos y se negaba a ir a la escuela. "Las cicatrices seguirán por siempre con ella", agregó. La familia rechazó pedidos de entrevistas.
Preston avisó que la condena debería ser fuerte para enviar un mensaje acerca de un grave problema social. "Recibió cierta atención porque es el caso típico de lo mal que pueden salir las cosas cuando un delincuente se vale de aplicaciones infantiles supuestamente seguras para hablar con niños", comentó. La fiscal explicó que, al igual que millones de chicos, esta adolescente adoraba jugar en Roblox, y allí fue donde Castillo la encontró y después la engañó. "Depredadores como el acusado saben que en esas aplicaciones de redes sociales hay niños. Saben que están en Roblox. Y los explotan todos los días", aseguró Preston.
El juez aplicó a Castillo una condena a 15 años. "Protegemos a los niños porque ellos no pueden protegerse solos", aseveró.
Un viernes por la mañana en junio Castillo fue trasladado a una bochornosa sala de visitas en el Instituto Correccional Federal de Otisville, en el norte de Nueva York. Se presentó con sonrisa tímida y un suave apretón de manos. "Hola", dijo con una voz suave que en nada se parecía al tono robótico con el que la disfrazaba online. De 24 años, vestía un overol marrón oscuro encima de su contextura rechoncha, ni de cerca el 1,85 metro de altura que alegaba habitualmente. Sus ojos oscuros espiaban detrás de anteojos rectangulares. El escaso cabello marrón formaba rulos en la base de la nuca.
"¿Qué esperabas?", preguntó. Su aspecto seguía siendo un misterio para muchos. Su foto de prontuario fue sellada por el FBI, y todas las selfies que se sacó con fans eran versiones generadas por IA de Jason Shedletsky, el alter ego del DoctorRofatnik.
A lo largo de tres horas, Castillo habló mayormente de su historia personal, y todo el tiempo llevaba la conversación a su infancia poco convencional. Dijo que había creado la identidad de Shedletsky sobre una "montaña de mentiras" desde que tenía 12 años. "Le agregué todo lo que no podía ser -explicó-. Interpretaba un personaje, y ahora ese personaje lleva largo tiempo muerto".
Tuvo dos años en la cárcel para pensar en sus delitos, y dice estar apenado por el dolor que causó a la víctima y a su familia. No considera que la haya tomado como una presa, aunque dice saber que ahora sus acciones se consideraban "un caso de manual del comportamiento depredador en la red".
Castillo tenía algunas cosas que decir sobre Roblox y por qué atrae a los depredadores. Por un lado, está la accesibilidad. "Es muy fácil crear una cuenta", señaló. "Es muy fácil jugar" y "muy fácil que un adulto hable con alguien joven". También era fácil conocer chicos en la plataforma y pasar a espacios con menos moderadores, apuntó. Roblox debería endurecer las restricciones de los chats. Recordó que le bastaba usar la palabra "cord", en vez de "Discord" para eludir a los censores.
Ahora hace tiempo que no usa Roblox y probablemente nunca vuelva a usarlo. "Creo que ese capítulo de mi vida está cerrado", admitió. Si cumple la condena completa estará cerca de los 40 años cuando salga de la cárcel, sin experiencia laboral más allá de haber desarrollado juegos para Roblox. Aquella mañana comenzó su primer empleo real: limpiar las duchas en su bloque de celdas.