El verano en Argentina trae días soleados y tardes perfectas para disfrutar al aire libre, pero también viene acompañado de los mosquitos. Estos pequeños invasores, más allá de ser una molestia por sus picaduras, representan un peligro real al transmitir enfermedades como el dengue.
En este escenario, prevenir las picaduras es fundamental, y elegir un repelente efectivo se convierte en nuestra mejor defensa. Pero no todos los repelentes funcionan igual. ¿Qué componente es clave para mantener alejados a estos insectos y protegernos de sus consecuencias?
A la hora de evitar las picaduras de mosquitos y reducir el riesgo de contraer dengue, la elección del repelente adecuado es importante. Los especialistas recomiendan optar por productos que contengan DEET (N-dietil-meta-toluamida), una sustancia química altamente efectiva contra diversos insectos, incluyendo mosquitos, garrapatas y pulgas.
Según los expertos, el DEET es considerado el "estándar de oro" en protección porque interfiere con los receptores de olor de los mosquitos, haciéndolos incapaces de detectarnos. Además, su acción es prolongada, dependiendo de la concentración especificada en el envase del producto.
Es importante seguir las instrucciones de uso indicadas en el repelente para garantizar su seguridad, ya que es apto para adultos y niños, siempre que no se inhale o ingiera. En casos excepcionales, pueden aparecer reacciones cutáneas como enrojecimiento o picazón; de ser así, se recomienda lavar la piel y consultar a un médico.
Según los especialistas, estos insectos tienen preferencias claras por ciertos olores corporales y pueden detectar señales como el dióxido de carbono que exhalamos o el calor de nuestro cuerpo. Esto los ayuda a seleccionar a sus víctimas de manera más efectiva.
Algunas recomendaciones prácticas para evitar ser el blanco favorito: