El sector de la automoción gallego está atravesando un «momento crucial» que podría marcar el devenir de la industria en los próximos años. Supone el 15% del empleo industrial de la Comunidad, con unos 25.0000 puestos, y el 13% del PIB, con una facturación de 13.000 millones de euros. Un pilar esencial de la economía gallega, como expuso la conselleira Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, que se enfrenta a uno de los grandes retos del contexto actual: la descarbonización. Un camino hacia la sostenibilidad necesario, imprescindible, incluso, pero costoso, al que no todas las empresas, especialmente las pequeñas, pueden hacer frente. Por ello, tal y como informaron este lunes la titular del ramo y el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, el Consello acaba de aprobar dos medidas de apoyo al sector, que, en los próximos tres años, supondrá el desembolso de 230 millones de euros. Por un lado, indicó la conselleira, el Consello ha aprobado este lunes el Plan directos de la automoción. Una hoja de ruta que la Xunta ha elaborado para dar el impulso a la «necesaria transformación verde y digital» de todas las empresas auxiliares del sector de la automoción, tras mostrarse muy crítica con cómo se han ghestionado los Fondos Next Generation para sufragar esta transición. «No se contó con las comunidades autónomas», afeó Lorenzana, que tildó de insuficientes los apoyos que «están poniendo en riesgo esta industria, en un marco complejo de competitividad a nivel mundial». El plan, indicó, parte de una declaración de la automoción como sector estratégico este 2024 y está destinado a fomentar la innovación del sector, la eficiencia energética y la sostenibilidad. Es el resultado, aseguró, de un proceso participativo y colaborativo con todo el sector, los representantes de las diferentes cadenas de valor, organizaciones empresariales, Pymes, grandes empresas, representantes de los trabajadores, etc; y refleja «las principales conclusiones del análisis» así como una serie de acciones concretas y metas alcanzables que permitirán «consolidar la posición de Galicia como un referente de la automoción y adoptar nuevas medidas que sirvan del apoyo necesario dentro de este proceso de transformación». Tal y como explicó, este martes el proyecto del plan se remitirá al Consello galego de Economía e Competitividade y al CES, para su posterior aprobación. Asimismo, dentro de los 230 millones incluidos en el plan para los próximos tres años, se incluye un programa de 72 millones. De ellos, 22 ya se pusieron en marcha este año, a los que hay que sumar otros 50 que se convocarán hasta 2026. Para el año que viene, indicó, la Xunta prevé «diversificar y ampliar las opciones potenciales de ayuda al sector» en tres ejes principales: la transición hacia un ecosistema de movilidad eléctrica y conectada; la descarbonización de todos los procesos productivos y logísticos, y la adopción de modelos green factory. El 90% de estos 5o millones provienen del fondo Feder de la comunidad, y un 10% de fondos propios. Serán dos líneas de apoyo. La primera, de 14 millones, se convocará este mismo año para ejecutarse en el siguiente, enfocada a inversiones, innovación, investigación, y desarrollo de eficiencia energética. Y la segunda, se pondrá en marca entre marzo y abril de 2025, y tendrá carácter plurianual.
