Por sus frutos los conoceréis. Regentan el puesto de frutas, verduras y hortalizas más antiguo del Mercado Central de Alicante, que su padre fundó hace más de medio siglo. Empezaron en el oficio de chiquillos. No fueron buenos estudiantes. Pero son trabajadores y madrugadores. Su padre, Alfredo, abrió el tenderete hace 54 años con coraje, unos capazos de esparto, una balanza y una carretilla para transportar la mercancía en un mercado que tuvo jornadas con las tiendas a cielo abierto entre las calles Pintor Velázquez, Capitán Segarra o en una explanada convertida más tarde en aparcamiento. Son los hijos de El Miquelo, un hombre que con sacrificio y una carretilla repartió frutas y verduras por la ciudad de Alicante en tiempos difíciles.