Vladímir Putin confirmó ayer en la noche la producción en serie del misil hipersónico 'Oreshnik'. Estos artefactos tienen la capacidad de evadir los sistemas de defensa más avanzados. De hecho, según el presidente ruso, los misiles con esta tecnología son "imposible de interceptar". El anuncio llega tras el primer lanzamiento o ensayo en Ucrania, un hecho que intensifica las tensiones internacionales, ya que Putin no solo presentó el 'Oreshnik' como una herramienta de disuasión estratégica, sino también como una declaración de fuerza frente a Occidente.
La respuesta de Ucrania no se ha hecho esperar. El presidente Volodimir Zelenski ha denunciado el lanzamiento como un acto de "terrorismo" y ha pedido a sus aliados internacionales que redoblen sus esfuerzos para fortalecer las defensas aéreas del país. Zelenski señaló que el uso de Ucrania como campo de pruebas para nuevas armas hipersónicas constituye un "crimen internacional". Desde Kiev afirman que el misil voló a once veces la velocidad del sonido, más rápido que uno hipersónico.