La ministra creó la Unidad Especial de Agentes Encubiertos, para promover en todo el país el uso de infiltrados por parte de las Fuerzas Federales de Seguridad. Los expertos advierten por la falta de controles democráticos sobre la actividad y la posibilidad de que terminen, de acuerdo a las inclinaciones de Bullrich, haciendo espionaje en las organizaciones sociales o políticas.