La rápida puesta en libertad de Víctor Aldama tras su explosiva confesión sugiere, evidencia o confirma la existencia de un pacto con la Fiscalía, un tipo de negociación en el que su abogado tiene reconocida reputación de especialista y en el que tanto la apariencia de veracidad de la declaración como la posibilidad de demostrar el contenido de la misma tienen una importancia decisiva. La comprobación factual de lo manifestado es tarea de la justicia, pero cabe colegir que el instructor considera que existe un grado de verosimilitud suficiente para decretar la excarcelación sin riesgo de que pruebas fundamentales queden destruidas. Sólo con que una parte de las revelaciones sea cierta, el Gobierno estará en una grave tesitura política al...
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