Las malas noticias se le acumulan a Conor McGregor. La superestrella ha sido condenado por una agresión sexual en 2018 en Irlanda a una mujer por la vía civil, siendo obligado a abonar 250.000 euros por los hechos que han sido probados. No obstante, la condena no es firme, por lo que el luchador de artes marciales mixtas (MMA) ha anunciado que recurrirá la sentencia. «Voy a apelar la decisión de hoy. La instrucción del juez y la modesta indemnización otorgada fueron por agresión, no por daños agravados o ejemplares. Estoy decepcionado por que el jurado no haya escuchado todas las pruebas que revisó la Fiscalía . Ahora estoy con mi familia, concentrado en mi futuro. Gracias a todo el mundo por el apoyo», ha señalado el irlandés en 'X', antiguo Twitter. El jurado, compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres, ha alcanzado su veredicto tras seis horas y 10 minutos de deliberación. La demandante, Nikita Hand, alegó que McGregor la agredió sexualmente el 9 de diciembre de 2018, y que otro hombre, James Lawrence, hizo lo mismo, según ha examinado el tribunal superior de Irlanda durante dos semanas de pruebas. Por su parte, McGregor ha negado estas acusaciones y ha afirmado que tuvo «sexo totalmente consentido» con Hand. Asimismo, ha afirmado que no le causó heridas a la demandante. La defensa de Hand ha dicho al juez que cuando la remitieron a una unidad de tratamiento de agresión sexual el día después de la presunta agresión, un médico estaba tan preocupado que ordenó que se tomaran fotografías de sus heridas. Según ha explicado la demandante, ella y una amiga quedaron con McGregor, a quien ella conocía, después de una fiesta de trabajo de Navidad. Así, ha añadido que el irlandés las llevó a una fiesta en una habitación del ático de un hotel del sur de Dublín, donde se consumió alcohol y drogas. Asimismo, ha añadido que McGregor la llevó a uno de los dormitorios y abusó sexualmente de ella . El abogado de Hand, John Gordon, ha expresado que la demandante había tomado antidepresivos y drogas en el momento de los hechos.