Un estudio publicado en el Journal of Marketing Research ha mostrado que las políticas ambientales pueden tener efectos duraderos incluso después de ser derogadas. El análisis, liderado por el profesor Hai Che de la Universidad de California en Riverside, evaluó las restricciones a las bolsas plásticas de un solo uso en las ciudades de Austin y Dallas.
El estudio encontró que los comportamientos generados por las políticas persistieron tras su eliminación, pero no siempre de manera positiva. Por ejemplo, la venta de bolsas de plástico aumentó significativamente después de que los minoristas dejaran de ofrecer bolsas gratuitas. Esto ocurrió porque los consumidores reutilizaban estas bolsas como forros de basura y al no disponer de ellas, comenzaron a comprar bolsas de plástico específicas para ese fin. "Esperábamos que los consumidores adoptaran hábitos más conscientes con el medio ambiente, como usar menos productos desechables. Sin embargo, observamos un aumento en la compra de plástico", explica Che.
Pese a los efectos negativos, las medidas también promovieron algunos comportamientos beneficiosos. Aunque no hubo datos concretos en el estudio, Che destacó que muchas personas comenzaron a utilizar bolsas reutilizables de tela para sus compras diarias. Además, el análisis mostró que cuanto más tiempo se mantuvo una política, más perduraron los hábitos asociados a ella, lo que podría ofrecer ventajas ambientales a largo plazo.
Un caso particular fue el de Dallas, donde un impuesto de cinco centavos por bolsa duró apenas cinco meses en 2015 antes de ser derogado debido a demandas legales. Tras la derogación, las ventas de bolsas plásticas inicialmente disminuyeron, pero regresaron a los niveles previos en poco más de un año. En Austin, donde la prohibición duró cinco años antes de ser anulada por la Corte Suprema de Texas, los efectos residuales fueron más prolongados: las compras de bolsas de plástico seguían un 38.6% por encima del nivel inicial incluso 18 meses después de la revocación.
El equipo de investigación realizó un análisis para medir el impacto de las políticas. Descubrieron que incluso pequeñas reducciones en el uso de bolsas de supermercado podían compensar el aumento en las compras de bolsas de basura. Esto sugiere que, a pesar de los efectos secundarios, estas políticas podrían beneficiar al medio ambiente en términos generales.