El Paraninfo de la Universidad de Valladolid (UVa) fue el escenario de uno de sus actos más señalados y solemnes: la entrega de los Premios Extraordinarios de Grado, Máster y Doctorado 2022-2023. Un acto que, como destacó el rector de la UVa, Antonio Largo, «reafirma el sentido de pertenencia» a la institución académica porque «no se debe perder de vista que es nuestra acción conjunta como comunidad la que nos permite hacer avanzar a nuestra querida Universidad, y por lo tanto contribuir también al progreso de la sociedad». En su discurso, Antonio Largo señaló que «juntos somos capaces de superar las mayores dificultades, como hemos demostrado tantas veces, y contribuir a alcanzar las misiones intrínsecas a la Universidad». Por ello, era un día en que la UVa se mostraba «como comunidad universitaria» y, además, «una de las ocasiones de mayor júbilo, al reconocer a los estudiantes que han demostrado una excelencia académica». Dirigiéndose a los premiados, a los que felicitó, el rector de la UVa destacó que era «un día, por tanto, de celebración, también de homenaje a la excelencia que, como estudiantes de Grado, Máster o Doctorado, habéis alcanzado; un reconocimiento colectivo a vuestro buen hacer, a la dedicación constante y a la vocación universitaria que demostráis». El rector, que aprovechó para felicitar también a las familias de los galardonados, expresó la «profunda consternación y dolor» de la UVa por la magnitud de la tragedia de la DANA que ha impactado especialmente a la Comunidad Valenciana: «Desde la Universidad de Valladolid compartimos el sufrimiento de todas las personas afectadas y nos unimos en solidaridad con las víctimas de este desastre». Antonio Largo resaltó que la nómina de estudiantes reconocidos «asegura la incorporación de nuevo talento que permitirá hacer nuevas aportaciones a la Academia y a la Ciencia». «Creedme, no hay nada más satisfactorio para un profesor y un investigador, como yo por encima de todo soy, que haber contribuido a la formación de estudiantes con la trayectoria académica que atesoráis», sostuvo. Recordó también a los galardonado que «obtener un Premio Extraordinario es la demostración de vuestro talento, esfuerzo y vocación por el estudio, y refleja la dedicación que habéis puesto en cada etapa de vuestra formación. Pero, sobre todo, es la constatación de que estáis preparados para alcanzar las más altas metas y capacitados para enfrentar los retos que os esperan en el futuro». Rigor y espíritu críticoA juicio del rector, la formación y los valores que han adquirido los galardonados conforme realizaban sus estudios, «el rigor, la determinación, la constancia, la ambición intelectual o el espíritu crítico, son imprescindibles, al igual que ocurría en otros momentos de la historia, para el impulso de los cambios que están por venir para lograr el progreso de la sociedad». Asimismo, Antonio Largo tuvo unas palabras especiales para los estudiantes de Grado y Máster: «Este premio representa un impulso para seguir avanzando en vuestra carrera académica, alcanzando nuevos conocimientos y habilidades», reflexionó, al tiempo que se dirigía también a aquellos estudiantes que han completado el recorrido universitario con la culminación de su tesis doctoral, y les recordaba que su esfuerzo de años «supone una base sólida para desarrollar una trayectoria profesional exitosa» que también redundará en el progreso social. «Confiad en vuestras capacidades, porque el futuro os pertenece», les dijo, y añadió que su «preparación y excelencia son claves en un mundo que necesita, cada vez más, referentes sólidos y comprometidos». Al mismo tiempo, el rector de la Universidad de Valladolid no dejó de hacer un llamamiento a la vocación académica: «La Universidad de Valladolid, y las universidades en general, necesitan a los mejores para cumplir con su misión de formar a las próximas generaciones, de generar conocimiento y transferirlo a la sociedad», comentó el rector, una labor que «requiere personas con verdadera vocación y con un alto nivel de compromiso y excelencia». «Sed conscientes del privilegio que habéis tenido al formaros en una Universidad pública de calidad y valoradlo en su justo término, procurando contribuir el día de mañana con vuestro desempeño profesional a alcanzar una sociedad más justa y avanzada, retornando parte del esfuerzo que de ella habéis recibido a lo largo de vuestro proceso de aprendizaje», indicó. También el director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UVa, Juan Luis de las Rivas Sanz , animó a los premiados a «seguir trabajando», pero también mirando atrás, «a una trayectoria ligada a los maestros» que les precedieron, en una «Universidad cargada de historia» y en un «diálogo» que, a modo de los de Platón y su academia, «es una conversación universal que no finaliza porque indaga sobre la naturaleza humana» y sobre lo que significa pensar. Asimismo, Ana Sancho Cano, en nombre de los premiados del Grado, expresó la gratitud por el reconocimiento que recibían, detrás del cual hay años de esfuerzo, sacrificio y apoyo de nuestros profesores y seres queridos» y que «la Universidad ha sido más que una experiencia académica» porque les ha enseñado «a enfrentarnos a retos y a desarrollarnos profesionalmente», adquiriendo también «una visión renovada del mundo». Por su parte, la berciana Sara Asensio, representante de los alumnos de Máster , recordó cómo la ciudad y la Universidad de Valladolid la acogió «desde el primer día con los brazos abiertos» y que su paso por el Máster en Matemáticas «supuso para mí un cambio de mentalidad» que disfrutó tanto que la llevó a iniciar su andadura en el mundo de la investigación. También reivindicó el papel de las mujeres en la ciencia y la importancia de la colaboración para los logros científicos, una idea alejada de la «leyenda del trabajo en soledad», mientras recordaba a su abuelo recientemente fallecido. Carlos Manuel González Casimiro también aludió al «honor» que suponía hablar en nombre de sus compañeros de doctorado en el final de una etapa que ha sido «intensa y transformadora», para recordar el apoyo de sus profesores, así como de sus familiares, quienes «están detrás de cada progreso», en un «camino, el del doctorado, que es una aventura llena de retos e incertidumbre». «Este premio, más que esfuerzo y dedicación, representa nuestro compromiso con el conocimiento y con la ciencia», dijo. Agradeciendo la disposición y cercanía de muchos de sus profesores comenzó su discurso Inés Clara Sagarra Martín, en representación de los egresados. Para ella, destacan los docentes «que despertaron en nosotros una mente crítica y nos hicieron pensar, porque ello debe ser uno de los fines de la universidad, servir de lugar de encuentro y debate, fomentar el estudio y el razonamiento y, con ello, la búsqueda de la verdad». Finalizó también agradeciendo «las capacidades» que, como «dones», han recibido y que les han ayudado en este logro, lo que los lleva a sentir que es «una obligación ponerlos al servicio de la sociedad», recordado, como Santa Teresa de Jesús, que «sin amor, todo es nada».