Este lunes ha comenzado el juicio contra 47 sospechosos por la muerte de al menos 10 bebés en el marco de una amplia trama de fraude a la seguridad social, en el peor escándalo sanitario de Turquía en años . La sala del tribunal, en la parte europea de Estambul, estaba abarrotada de familiares y periodistas. Los sospechosos serán juzgados las próximas semanas. Forman parte de la llamada 'newborn deaths gang'. Los fiscales creen que una red de personal de hospitales privados, desde directores a médicos, pasando por operadores de llamadas de emergencia y conductores de ambulancias, conspiraba para enviar a bebés sanos a determinadas unidades de cuidados neonatales con fines lucrativos. Dando a los padres motivos médicos falsos, los acusados mantuvieron presuntamente a algunos de los bebés en cuidados intensivos innecesariamente, a veces durante semanas . Otros bebés que necesitaban cuidados especializados no recibieron el tratamiento que necesitaban , en un escándalo que conmocionó a la nación cuando se hizo público el mes pasado. El objetivo era conseguir un pago de la seguridad social de 8.000 liras turcas (230 dólares) al día que se concede a los hospitales privados que tratan a recién nacidos, además de la tarifa que se cobra a los padres . Estos beneficios se repartían entre ellos. Según la acusación, de casi 1.400 páginas, al menos 10 bebés murieron como consecuencia de negligencias y tratamientos inadecuados durante varios años. La investigación comenzó en mayo de 2023 y, a finales de octubre, los investigadores estaban estudiando unas 350 denuncias, según informaron los medios de comunicación turcos. Al comenzar el juicio, los manifestantes alinearon ante el tribunal una hilera de cochecitos vacíos, uno de los cuales llevaba el lema «Los niños muertos no crecen» , mientras otros denunciaban el daño causado por el exceso de privatización en el sistema sanitario turco. «La noche que di a luz, mi bebé estaba bien, estaba sano. Al día siguiente, nos dijeron que tenía tres trombosis venosas profunda s , hipertensión y que tenía problemas respiratorios», declaró a la agencia Anadolu Nazli Ahi, que dio a luz en un hospital privado de Estambul en abril de 2023. «Entonces me dijeron que iban a trasladarlo» a la unidad de cuidados intensivos neonatales de otro hospital, relató. Pocos días después, su bebé fue declarado muerto. « Si nos hubieran dicho que necesitaban dinero , les habría dado miles de millones con tal de que me devolvieran a mi hijo», afirmó. Las autoridades han cerrado nueve hospitales privados en Estambul y una provincia vecina, entre ellos uno dirigido por un exministro de Sanidad del partido AKP del presidente Recep Tayyip Erdogan, que ocupó el cargo entre 2013 y 2016. Y otros nueve centros sanitarios están siendo investigados. Los acusados se enfrentan a una serie de cargos, entre ellos «homicidio por negligencia intencionada» , conspiración para defraudar a instituciones públicas y creación de una organización «con el fin de cometer un delito». Si son declarados culpables, se arriesgan colectivamente a pasar varios cientos de años entre rejas. Erdogan, que ha dicho estar siguiendo «personalmente» los acontecimientos, ha prometido el castigo «más severo posible» para «los responsables de esta barbarie».