Los populares gallegos han regresado este año a la Carballeira de San Xusto, en Cercedo-Cotobade (Pontevedra) para celebrar el tradicional acto de inicio del curso político. Un curso político que afrontan con «ilusión», el primero desde que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, obtuvo la mayoría absoluta el pasado 18F, pero también con ambición, preparados para hacer frente a un Gobierno central que pone a Galicia como su «última» prioridad, y que busca romper la «igualdad» que define nuestro Estado bajo el «peor presidente de la historia», «mentiroso por sistema». Al acto acudieron más de 2.000 personas, y lo acompañaron el presidente del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de honor del partido, Mariano Rajoy; así como los presidentes autonómicos Alfonso Fernández Mañueco e Carlos Mazón; las secretarias nacional, Cuca Gamarra, y autonómica, Paula Prado, y el portavoz popular en el Congreso, Miguel Tellado. Todos ellos fueron recibidos con aplausos a su llegada al recinto, y pocos minutos después de las 12:00 Rueda tomó la palabra. Hizo referencia a esa minoría «enfurruñada» a la que «nada les parece nunca bien», asegurándole que tanto él como su partido van a seguir trabajando por la Comunidad ante un Gobierno central al que «Galicia no le interesa». Muestra de ello es que hasta la fecha aún no ha tenido a bien reunirse «con el presidente de todos los gallegos», avalado por una «mayoría absoluta», pero sí lo ha hecho con el presidente de la Generalitat, el anterior y el actual, y el Lendakari: «seguimos esperando», aseveró, «pero ya sabemos que para el Gobierno central, lo primero es Sánchez, lo segundo es Sánchez, lo tercero es Sánchez y lo último, es Galicia». «No tenemos que aguantar un ministro tuitero que no se entera de nada», y que pese a la paciencia y comprensión que mostró la Comunidad, ahora «tiene la chulería de decir que Galicia no tienen ninguna queja, y que los trenes funcionan mejor que nunca, porque es mentira», reivindicó, en clara referencia a Óscar Puente. «Ni tampoco a esa ministra supuestamente gallega, que dice sobre las inversiones que pueden crear puestos de trabajo que está radicalmente en contra sin conocer de qué van las cosas», por Yolanda Díaz. Así, entre ideología y trabajo, «en Galicia vamos a escoger trabajo» , aseguró, y «entre dogmas y el crecimiento económico», escogerá el último; pero que entre «medioambiente y desarrollo industrias», no hay que escoger, porque «las dos cosas son compatibles». «Nosotros garantizamos todo eso, que no tenemos que escoger porque a otros no se les hace escoger». «Y lo digo delante de mis compañeros y delante de mi presidente nacional, que lo sabe de sobra porque estuvo en mi puesto muchos años: Galicia no va a renunciar a nada de lo que le corresponde , no va a permitir que, para beneficiar a algunos, se perjudique a los demás, empezando por nosotros«, aseguró el titular de la Xunta, que prometió que desde la Comunidad serán »los primeros en garantizar que no se tome ninguna decisión que perjudique al conjunto, y seremos los primeros en decir que lo que es bueno para Galicia es bueno para Castilla y León y la Comunidad Valenciana, y lo que es bueno para ellos es bueno para nosotros«. Contra la desigualdad, contra ese »banquete« que se quieren dar algunos a costa de otras CCAA, »Galicia se rebela«. «Somos los que vamos a defender a Galicia y a su gente», pero también España, indicó, «porque lo diré una vez más y las veces que haga falta: a partir de nuestra identidad, formamos parte, orgullosamente, de nuestro país. Y hay que decirlo muchas veces a partir de ahora, que lo que es de todos se va a repartir entre todos», aseguró. «Yo voy a seguir presidiendo un gobierno con sentidiño, un gobierno que tenga palabra, a la que cada vez le da más valor frente a los mentirosos por sistema, al gran mentiroso por sistema. A Galicia no se le miente, y, a partir de ahora, cada mentira tendrá que ser contestada con una reacción más fuerte «. Fue, en definitiva, un discurso con una idea clara: «Si Galicia vota, si hay democracia, sale Rueda y sale Feijóo. Hubo democracia, faltaría más, Galicia votó», recordó, y, con ironía, quiso dar las gracias a Pedro Sánchez por «ayudarles a conseguir ese gran resultado» que le propició su primera absoluta, demostrando que «no aprecia lo que somos». De su Gobierno, denunció que «no hay ni iniciativas, ni inversiones, ni una sola postura responsable»: «Lamento decirlo, pero tenemos que trabajar para que no sea así».
