"No somos los dinosaurios, somos el meteorito", había zanjado el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, cuando se refería a los efectos malsanos de los combustibles fósiles en la Tierra. El político portugués reapareció en Estados Unidos para alertar que "las temperaturas extremas ya no son un fenómeno de un día, una semana o un mes".
Según Copernicus, el observatorio europeo del clima, el domingo 21 de julio ha sido registrado como el más caluroso jamás registrado en el mundo. Aquel día se promediaron 17,09 °C en el planeta, una centésima (0,01 ºC) por encima del récord anterior del 6 de julio del 2023, comentado por la NASA.
El fenómeno El Niño, que incrementa las temperaturas globales, ha concluido, pero el calentamiento de la Tierra no encuentra un equilibrio como para mantener la calma. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, destacó en una comparecencia en Nueva York, Estados Unidos, que “miles de millones de personas enfrentan una epidemia de calor extremo”.
El político portugués advirtió también que “las temperaturas extremas ya no son un fenómeno de un día, una semana o un mes”. Además, Guterres mencionó que junio del 2023 fue el más cálido de la historia, según los datos de Copernicus, y esto se ha repetido durante los últimos 13 meses.
Antes de julio del 2023, el récord anterior de temperatura media global diaria era de 16,8° C, registrado el 13 de agosto de 2016, informó la AFP. Desde el servicio europeo han apuntado que, hasta el momento, el 2024 ha sido lo suficientemente más caluroso como para que el año completo bata récords.
Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, afirmó el lunes pasado que lo realmente sorprendente es la gran diferencia entre la temperatura de los últimos 13 meses y los récords anteriores. Coincidió con lo subrayado por Guterres. “Ahora nos encontramos en un territorio verdaderamente inexplorado y, a medida que el clima siga calentándose, es probable que veamos nuevos récords en los próximos meses y años”, añadió el físico.
António Guterres enfatizó que la Tierra se está volviendo más caliente y peligrosa para todos en todas partes. Durante su intervención, resaltó que el calor “mata a casi medio millón de personas al año, aproximadamente 30 veces más que los ciclones tropicales”. Recordemos que el domingo 21 de julio la temperatura media mundial llegó a 17,09 °C, una centésima (0,01º C) por encima del récord del 6 de julio del 2023 comentado por la NASA. Este aumento no debe ser tomado a la ligera: si se mantiene esa cifra año a año, ni siquiera podríamos dimensionar la nueva marca.
El secretario general de la ONU detalló que los informes de la Organización Meteorológica Mundial y del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) indican un “rápido aumento en la escala, intensidad, frecuencia y duración de los eventos de calor extremo”. Afirmó, del mismo modo, que el calor extremo está devastando las economías, ampliando las desigualdades, socavando los Objetivos de Desarrollo Sostenible y causando numerosas muertes.
“La enfermedad es la adicción a los combustibles fósiles”, lamentó una vez más. “La enfermedad es la inacción climática”, concluyó.
Combatir el calentamiento global requiere una combinación de esfuerzos individuales, comunitarios, nacionales e internacionales. Aquí se presentan algunas estrategias clave para enfrentar este desafío:
