«Aquel partido nos dejó mucho aprendizaje, lo hemos visto muchas veces para ver dónde podemos mejorar y hemos trabajado todos estos días para ver cómo competir contra Japón, un rival fuerte contra el que vamos a salir con todo», confiesa Montse Tomé. Se refiere la seleccionadora al partido contra Japón del Mundial. El último de la primera fase que terminó con goleada de las japonesas (4-0) y que lo cambió todo para España.
Aquel partido parecía el final para la selección que entonces dirigía Jorge Vilda y, sin embargo, fue el principio de todo. El seleccionador tomó decisiones comprometidas que acabaron llevando a España a ganar el Mundial.
España vuelve a encontrarse con Japón en el comienzo de los Juegos Olímpicos. Una competición diferente, a la que la selección llega ya como la gran favorita después de haberse llevado el Mundial y la Liga de Naciones de manera consecutiva. «Es fruto de lo que hemos vivido este tiempo, venimos de ganar el Mundial, la Liga de Naciones y por primera vez estamos en unos Juegos. Todo este nivel competitivo que ha conseguido el equipo ha hecho que se generen las expectativas», admite Montse Tomé.
España ya no se preocupa tanto por las rivales. Las jugadoras españolas saben que ellas son la referencia y que si están a su mejor nivel pueden ser mejores que cualquiera. «Hemos dado la importancia que tiene al rival, pero queremos ser nosotras. Tenemos una identidad como equipo que está por encima de cualquier rival. Durante el partido habrá diferentes partidos, nos adaptaremos y trataremos de ser lo más competitivas posibles», afirma Tomé.
La selección española, aparte de contar con la fuerza mental de ser campeona del mundo, es ahora más fuerte que hace un año. Mapi León acaba de recuperarse de una lesión y no ha podido entrar en la escueta lista de convocadas –solo 18 jugadoras y cuatro suplentes que pueden entrar por lesión de una compañera–, pero sí lo ha hecho Patri Guijarro. Ellas eran las dos últimas jugadoras que quedaban por regresar a la disciplina de la selección después de la renuncia de 15 futbolistas tras la Eurocopa de 2022.
La ausencia de Patri Guijarro permitió a la selección descubrir a Tere Abelleira, una de las claves en la consecución del Mundial desde su posición de mediocentro. «Tenemos suerte de contar con un grupo de 22 futbolistas con muchísima capacidad. Tanto Tere como Patri pueden ubicarse en esa situación, una de las cosas importantes del equipo es la polivalencia, pero no voy a desvelar quién entra en el once. Tenemos garantizada esa posición y el equipo va a ser competitivo», reconoce la seleccionadora.
Para España, a pesar de su favoritismo, es su primera participación en unos Juegos Olímpicos. Nada extraño si el estreno mundialista se produjo en Canadá en 2015 y las condiciones de clasificación para los Juegos son mucho más exigentes, ya que solo participan doce selecciones.
«Tenemos plena confianza en el equipo, hemos trabajado para ello y seguro que va a ir bien», asegura la capitana, Irene Paredes. Las jugadoras solo tienen una queja, están en Nantes y no pueden convivir con el resto de deportistas en la Villa Olímpica como les gustaría.
