El máximo responsable de la asociación que aglutina a los jóvenes emprendedores cordobeses destaca especialmente los efectos negativos en los negocios incipientes de medidas como la subida del salario mínimo interprofesional o la posible reducción del horario laboral. -Usted fue elegido presidente de la organización a finales de enero. ¿Qué balance hace de estos seis meses? -El balance es positivo. Ya conocía internamente a la organización porque hasta ese momento era secretario general. Hemos tenido una agenda cargada de actos y de múltiples reuniones con las instituciones. -¿En qué momento se encuentra AJE Córdoba? -La organización sigue en crecimiento y actualmente son 440 las empresas asociadas. La previsión es que continúe esta tendencia alcista porque cada día se suman nuevas empresas. -¿Es más fácil o más difícil poder emprender en Córdoba que en otros territorios? -Montar una empresa en Córdoba o donde sea es complicado por la incertidumbre que genera el Gobierno central. No se puede planificar un presupuesto anual porque cada dos por tres están cambiando las reglas del juego. Esto genera grandes dificultades tanto a un emprendedor como a un empresario consolidado. No obstante, en el caso concreto de Córdoba yo sí creo que estamos en un buen momento para la puesta en marcha de nuevas iniciativas empresariales gracias a la continua llegada de inversiones de fuera. -¿Las dificultades para abrir las puertas de un nuevo negocio son las mismas que hace 10 ó 20 años o han cambiado? -Tanto para constituir una sociedad como para trabajar como autónomo los procedimientos son los mismos, aunque creo que los trámites se han agilizado en los últimos años gracias a las nuevas tecnologías. Por otra parte, es verdad que como ocurría antes hay problemas para financiar estos proyectos y más en un momento como el actual, con tipos de interés tan elevados. Pese a ello, creo que ahora hay más facilidades que antes para acceder al crédito para iniciativas avaladas, por ejemplo, por AJE o la Cámara de Comercio, ante las entidades financieras. -¿Creen que las administraciones realizan medidas efectivas para favorecer el carácter emprendedor? -Me conformaría con que las instituciones nos dieran estabilidad y no cambiasen constantemente las leyes. Siempre digo a los representantes de las administraciones que, si no nos podéis ayudar, por lo menos no nos molestéis. En el caso del Ayuntamiento y de la Diputación de Córdoba están sacando líneas muy buenas para favorecer el emprendimiento y la creación de empresas. -En sus intervenciones alude constantemente a las empresas que atraviesan el valle de la muerte, que son aquellas que tienen entre tres y cinco años de existencia y que presentan un alto índice de mortalidad. ¿Cómo se les puede ayudar? -Proponemos varias medidas para que las administraciones puedan ayudar a las empresas a que puedan sobrevivir a ese periodo complicado, que se caracteriza por los problemas de flujo de caja ante a la aparición de clientes de mayor calidad en ese momento de la actividad. Una de ellas es la reducción de los seguros sociales, no de salarios, en un periodo muy concreto. También sería necesario dar facilidades en el pago de impuestos para que se cuenten con los recursos precisos para realizar inversiones que impidan que los negocios mueran de éxito, como decimos nosotros. -También ha comentado algunas veces los problemas de relevo generacional de algunas empresas. ¿Cómo se puede evitar ese fenómeno? -Existe este problema porque no hay idea de emprender y de sumarse al mundo empresarial, lo que provoca que las nuevas generaciones no quieran continuar con un negocio familiar. Está muy ligado a la educación. Mi opinión es que desde la Universidad y los centros de formación profesional deberían fomentar en sus alumnos el deseo de emprender. Desde AJE arropamos a esos nuevos empresarios para que no se sientan solos. -¿En qué medida afectan a los negocios incipientes las últimas medidas ligadas al mundo laboral como las subidas del salario mínimo interprofesional o la posible reducción del horario de trabajo? -Son medidas que afectan a cualquier empresa de igual modo por la gran incertidumbre y la falta de estabilidad que se genera . Si yo no puedo planificar el presupuesto de 2025 porque desconozco el coste que supone el personal, no puedo estimar el crecimiento, las ventas o nuevas contrataciones. Sería necesario que las mesas de negociación se tomasen más en serio a la patronal para que se establezca un calendario de actuación a fin de que las compañías puedan planificarse.
