Según el informe de Estadísticas de Criminalidad, seguridad ciudadana y violencia del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), las denuncias por la comisión de delitos en el distrito de Lince han experimentado un incremento porcentual del 146.6% en comparación al año 2023. Además, se ha registrado un aumento del 150% en el total de delitos contra la violencia sexual en Lince durante el periodo de enero a marzo de 2024, en comparación con el año anterior.
Estos datos reflejan una preocupante tendencia al alza en la incidencia de delitos en Lince. Además, no solo el informe del INEI respalda esta información, sino también los propios vecinos han señalado que las calles han sido invadidas por la delincuencia, prostitución y trata de personas.
“La delincuencia o la inseguridad en Lince se está desbordando. Se está volviendo muy extrema en el sentido de que ya no hay ningún control. Incluso, están colocando granadas en las puertas de los comercios. Las medidas que se deben adoptar deben de ser extremas”, declaró Carlos, un empresario que vive en Lince desde que nació, a La República.
Un distrito que se caracteriza por sus atractivos parques, centros comerciales, bares y lugares de recreación para el ocio y entretenimiento, se ve hoy azotado por la ola delincuencial y mantiene en temor a sus visitantes y residentes. Remontándonos al 2023, el distrito entró en estado de emergencia hasta diciembre de ese año. Sin embargo, este 2024 los actos ilícitos continúan.
“La inseguridad en Lince ya viene desde hace años. La prostitución, los robos con arma de fuego, las extorsiones. Uno ya no puede estar tranquilo en la calle. No se puede caminar tranquilo. Estás con miedo de que te puedan asaltar y hasta matar”, declaró otro vecino que prefiere no ser identificado.
Los vecinos de Lince consideran que la Policía debe de realizar un trabajo de inteligencia para identificar a los criminales y detenerlos. Además, señalan que las autoridades deben implementar medidas más drásticas para combatir la delincuencia y la trata de personas en la zona.
El pasado 12 de julio, se registró una violenta resistencia por parte de un grupo de personas enmascaradas ante un intento de desalojo en un centro de estética ubicada en la avenida Petit Thouars, en Lince. Ellos prendieron fuego, lanzaron piedras y colocaron balones de gas cerca de las llamas. A pesar de la intervención de las autoridades, no lograron desalojar a los sujetos en ese momento, y se aplazó el proceso para apaciguar la situación.
Otro de los episodios que ha generado pánico entre los ciudadanos fue una explosión de granada que se registró entre las avenidas Arenales y Canevaro, en Lince, el pasado 3 de julio. Según el coronel de la PNP, Carlos Llerena, este acto ilícito se inició cuando el escuadrón de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) realizaba un operativo en el distrito. Es en ese momento cuando un grupo de motociclistas al ver las acciones que realizaban las autoridades cambiaron de ruta y se fueron contra el tráfico. Finalmente, detonaron una granada de estruendo.
En otro momento también se registró la detonación de una granada de guerra en los exteriores de un hospedaje del distrito de Lince. El 29 de junio, dos sujetos a bordo de una motocicleta lanzaron el proyectil explosivo en el cruce de las avenidas Petit Thouars con Tomás Guido, frente al Mercado Lobatón. El estallido ocasionó que un joven repartidor resultara herido.
En junio también se reportó una balacera en el cruce de las avenidas Petit Thouars y Meras, en el distrito limeño. En este incidente, dos trabajadoras sexuales fueron atacadas a balazos por individuos involucrados en actividades de extorsión y cobro de cupos.
Así como estos actos delictivos, otros también han sucedido. Estos han generado la preocupación de los ciudadanos, quienes esperan que las autoridades recojan sus testimonios e implementen diversas medidas para mejorar la seguridad y combatir la delincuencia, criminalidad y la prostitución.
En entrevista a La República abogado Gino Dagnino comentó acerca de la situación de la prostitución en Lince. El letrado enfatizó que la prostitución en sí misma no constituye un delito. Sin embargo, resaltó que sí se considera un acto delictivo cuando una persona es obligada a participar en actividades sexuales a cambio de dinero en contra de su voluntad.
"Si la persona es retenida por deudas o está obligada a hacerlo, el delito es trata de personas. Este delito consiste en que terceras personas obligan a mujeres menores de edad o extranjeras a realizar una actividad sexual, como la prostitución, contra su voluntad", declaró Dagnino.
Asimismo, señaló que las personas que incurren en el delito de trata de personas no solo cometen ese ilícito, sino que también están involucradas en otras actividades delictivas que contribuyen a la inseguridad en el distrito de Lince. Además, destacó que el Código Penal contempla sanciones rigurosas para los responsables de este tipo de delitos.
"Si alguien quiere ayudar a las víctimas de trata de personas, las personas que cometen este delito atentan contra ellos. Si ellas quieren salir de esa situación, llevar una vida fuera de esa actividad, las matan. Esas personas rondan el distrito y constantemente realizan pugnas, matan, cobran cupos, roban, venden drogas. Son mafias", dijo.
Pese a que intentos comunicarnos con la Municipalidad de Lince para conocer su posición respecto a este tema, no hemos logrado obtener respuesta. En una entrevista pasada para La República, la alcaldesa de ese distrito, Malca Schnaiderman, indicó que la declaratoria de estado de emergencia ayudó a reducir la delincuencia y criminalidad en el distrito.
"Nos sirvió mucho para reducir la trata de personas en el distrito y fue positivo para nosotros en cuanto a seguridad ciudadana. Los vecinos se sentían seguros y eso me ayudó para combatir la delincuencia, sobre todo la trata de personas que es el principal problema", declaró a La República.
Asimismo, sostuvo que, desde el inicio de su gestión, el serenazgo en el distrito y el personal de la Policía Nacional ha realizado diversos operativos para enfrentar los actos ilícitos.
