Desde hace más de una década, la alianza de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y cuatro empresas privadas ha permitido realizar, en promedio, 7.000 mamografías anuales de tamizaje para detectar tempranamente el cáncer de mama con ayuda de un equipo móvil.
Con excepción de los años más difíciles de la pandemia (2020, 2021 y 2022), cuando la realización de mamografías disminuyó al dedicarse los servicios de salud a priorizar la atención de covid-19, el programa Alsalus ha servido de apoyo a los servicios de la Caja para llegar a las mujeres que viven en las comunidades más alejadas de 15 áreas de salud en todo el territorio.
Alsalus es el único programa con un mamógrafo móvil con una declaración de interés institucional emitida por las autoridades de la Caja, el 22 de mayo anterior. Desde hace 13 años, un convenio de cooperación entre la CCSS y cuatro empresas es el que posibilita el funcionamiento de este programa.
Además de realizar mamografías de tamizaje, el programa tiene la estructura operativa necesaria para atender a quienes requieran estudios adicionales (ultrasonidos o biopsias de mama) por sospecha de cáncer luego de hacerse la mamografía.
La médica Maureen Fonseca, de la Coordinación Técnica de Cáncer, en la CCSS, explicó a La Nación la relevancia de este programa y aclaró que es el único con toda la estructura operativa para garantizar trazabilidad a cada una de las mujeres que se hacen este procedimiento diagnóstico en esta modalidad móvil.
Mamografías: hay otras 32.000 en lista de espera pese a plan de Gobierno
Actualmente, Alsalus tiene como socios estratégicos al Hospital Clínica Bíblica, la empresa Automercado, el Banco Nacional y la Fundación Aliarse. Esta última, funciona como secretaría técnica. Desde el 2011, se firmó un convenio de cooperación con la Caja que ha recibido diferentes adendas. Actualmente está vigente hasta octubre del 2027.
Los fondos para que funcione la unidad móvil se obtienen de la campaña de recolección de donativos que impulsa Automercado cada mes de octubre como parte del Movimiento Rosa, para detección temprana del cáncer de mama.
Con la incorporación del Banco Nacional a la alianza, la proyección es aumentar pronto a una unidad móvil más, con lo que también crecería la capacidad de atención, dijo la médica. En el futuro, no se descarta ampliar la cobertura de este servicio a otros tipos de tumores.
Según explicó Fonseca, este año han salido otros grupos particulares a hacer campañas de mamografías, pero son solo eso: campañas. No son programas como los desarrollados por Alsalus desde el 2011, por lo que carecen del visto bueno de la Caja.
Fonseca advirtió que ninguno de estos grupos que promocionan mamografías tiene enlace con la Caja para garantizar que cada estudio va a tener su reporte y, lo más importante, asegurada su atención en algún hospital de la Caja en caso de que se detecte algún caso sospechoso de cáncer.
La advertencia la realiza porque, además, estas organizaciones piden información que no solicita ni CCSS ni Alsalus, como datos sobre condición socioeconómica.
A diferencia de esas campañas, la “Ruta 2024 Unidad Móvil de Mamografía Alianza Alsalus” viaja a comunidades como Paquera, Cóbano, Santa Rosa de Pocosol, Jicaral-Islas, Horquetas, Puerto Viejo de Sarapiquí, Talamanca, Los Santos y La Cruz.
Cada una de las visitas se prolonga, en promedio, cuatro semanas; han sido previamente coordinadas con cada área de salud. Este año, la meta es hacer 6.000 mamografías que se sumarían a las más de 55.000 que se han realizado por medio de la alianza Alsalus.
¿Cuáles son los estudios diagnósticos con más citas pendientes y mayor tiempo de espera en la CCSS?
La atención de este programa se da tanto a personas aseguradas como no aseguradas, nacionales o extranjeras, de manera gratuita. El reporte del estudio queda vinculado al expediente digital EDUS para permitir su consulta desde cualquier hospital de la Caja.
A las personas no aseguradas se les busca alguna posibilidad de aseguramiento para que, de ser necesario, continúen su atención en un hospital público. Si el aseguramiento no es posible por alguna razón, explicó Fonseca, Alsalus tiene fondos previstos para atender estos casos, y el Hospital Clínica Bíblica entra a dar soporte.
La selección de las pacientes se realiza en cada una de las 15 áreas de salud escogidas como prioritarias por las dificultades de acceso a los servicios por razones geográficas. La Clínica Bíblica es la que aporta el equipo, el transporte y el personal, tanto los que realizan las mamografías, como quienes elaboran los reportes.
La CCSS, por su parte, activa toda su estructura operativa cuando aparece algún caso sospechoso de cáncer o que requiera algún estudio adicional, explicó Fonseca.
