A más de dos semanas de las elecciones del 2 de junio, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, logró su primera victoria ante los mercados. El peso repuntó el pasado jueves cuando nombró a Marcelo Ebrard al frente de la Secretaría de Economía (SE) y desde entonces, la divisa se ha fortalecido cerca de un dos por ciento.
Para los inversionistas, esta decisión reveló un lado astuto y pragmático de Sheinbaum, quien a pesar de su rivalidad con Ebrard en las encuestas internas de Morena para la Presidencia, lo eligió como un operador capacitado en uno de los cargos más importantes de su gabinete.
De acuerdo con Maya Averbuch de Bloomberg, desde su victoria, Sheinbaum ha intentado equilibrar su postura de una gestión económica sólida ante los inversionistas, sin renunciar a las reformas políticas que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha propuesto y por las que ella hizo campaña.
“Esa estrategia fracasó una y otra vez hasta que decidió comenzar los anuncios de su gabinete con las posiciones que más importan para inversionistas internacionales, que se han mostrado ansiosos por ver qué papel tendrá la inversión privada bajo la presidencia de Sheinbaum. Las relaciones de México con Estados Unidos y otros socios comerciales importantes también están en juego.”, apuntó la periodista.
En este contexto, señala Averbuch, Ebrard fue una elección particularmente inteligente por parte de Sheinbaum. ¿Por qué razón?
Cuando fue secretario de Relaciones Exteriores de López Obrador, Ebrard se centró principalmente en cuestiones internas. “Se convirtió en la cara de México en foros internacionales, representando al país en las cumbres del Grupo de los 20, así como en las negociaciones con Estados Unidos”.
Kimberly Breier, exsubsecretaria de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, consideró que Ebrard estuvo presente en los momentos más desafiantes del gobierno de Donald Trump, mientras que con la administración de Joe Biden ha trabajado muy de cerca.
“Veo que este primer tramo de nombramientos de gabinete se debe, al menos en parte, a intentar mostrar una cara constructiva en puestos clave que serán importantes para inversionistas internacionales”, opinó Breier.
Averbuch señala, además, que pese a ser miembro de Morena desde 2018, el estilo de Ebrard nunca ha llegado a igualar al de AMLO.
“Al menos por ahora, el gabinete de Sheinbaum parece más técnico y no está poblado por las figuras más ideológicas de Morena.”, apuntó en su artículo.
Después de competir y perder la nominación presidencial de Morena ante Sheinbaum, el excanciller denunció irregularidades en el proceso, lo que llevó a muchos a creer que abandonaría el partido. Pero fue como si nada hubiera pasado cuando se unió a la presidenta electa en el escenario para ser anunciado como secretario de Economía.
“Tenemos todas las posibilidades que nos dan los acuerdos comerciales que tenemos, el crecimiento de México como socio principal de Estados Unidos de América; vendrá la renovación del tratado que tenemos tanto con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), otra de las tareas que debemos conducir para cumplir las instrucciones de la doctora Sheinbaum”, dijo Ebrard al ser presentado como el próximo titular de la SE.
