Dos equipos con naturalezas y expectativas muy distintas se enfrentaban para pelear el ascenso. Era la necesidad contra la ilusión. No obstante, ambos equipos compartían un mismo objetivo: el ascenso . El Oviedo estaba más cerca que nunca de volver a Primera 23 años después tras la victoria por la mínima que certificó en la ida en el Carlos Tartiere. Toda una ciudad de más de 220.000 habitantes y capital de Comunidad Autónoma estaba pendiente de los mismos once jugadores y esperaba ver cumplido el sueño de volver a ver a su equipo en la máxima categoría. El Espanyol , en cambio, tan solo lleva un año en Segunda. Sin embargo, siempre que ha bajado ha conseguido subir al año siguiente. Por tanto, para el club barcelonés estaba en juego parte de su historia, además de su integridad económica. Permanecer en Segunda podría haber tenido un impacto drástico en una entidad nada acostumbrada a no jugar con los mejores. No obstante, la integridad social del club jamás estuvo en juego. El ambiente en Cornellà fue como nunca y se registró una entrada de 33.107 espectadores. Por eso, la afición periquita se preparó como nunca para esta cita. Entre bengalas blanquiazules, cánticos y petardos que hicieron gala a la fecha, la Víspera de San Juan, transcurrió la previa de los aficionados del Espanyol. El Espanyol salió al terreno de juego muy intenso. Y no era para menos. El Stage Front Stadium ya animaba cuando todavía faltaba media hora para el inicio del encuentro. El ambiente, festivo , denotaba las ansias de ascenso tanto de los locales como de la afición carbayona en la grada visitante y algunos sectores colindantes a ella. Los hombres de Manolo González fueron muy superiores al Oviedo en la primera parte. Controlaron el esférico desde temprano y generaron mucho. De todas maneras, parecía que el fantasma de siempre, no concretar en los últimos metros, iba a volver a ser protagonista, dado que eran muchas las jugadas que terminaban en el área rival pero pocas las que se conseguían finalizar. Sin embargo, el gol llegó al filo del descanso . En un saque de esquina, Puado apareció por detrás, ganó la posición a su marca y empató la eliminatoria en el 44. Y la inspiración le duró al delantero catalán, porque tan solo tres minutos después anotó el 2-0 a asistencia de Pere Milla. En el segundo acto, del que sí participó Cazorla, el Oviedo ganó presencia y peligro. El conjunto carbayón era ahora el que debía atacar, y lo conseguía poniendo balones laterales muy peligrosos a Alemão y Borja . El Espanyol sufrió mucho, y le pasó el tiempo muy lentamente. Y más después de que Aguado se fuera solo tras un rechace en un córner y perdonara el 3-0 ante Leo Román y con Oliván solo al otro lado. A escasos minutos del final, Joan García protagonizó una parada que vale un ascenso . El meta perico se lanzó a los pies de Borja Bastón y consiguió desviar su remate. Cordero Vega pitó el final del encuentro y el Espanyol preservó su integridad y volvió a Primera con una imagen postpartido muy representativa: una invasión masiva del césped. FICHA DEL PARTIDO Espanyol : Joan García, Omar, Cabrera, Calero, Milla (68' Oliván), Gragera, Keidi (78' Ruiz), Melamed (78' Aguado), Puado (86' Lozano), Jofre (78' Salvi), Braithwaite. Oviedo : Leo Román, Luismi (62' Cazorla), Viti, Colombatto, Dani Calvo, Alemao, Luengo, Seoane (75' Bastón), Sebas Moyano (45' Borja Sánchez), Pomares (45' Bretones), Dubasin (62' Masca). Goles : 1-0 Puado (44'), 2-0 Puado (45+2'). Árbitro : Cordero Vega (cántabro). Amonestó a Cabrera (21'), Moyano (28'), Viti (41'), Milla (64'), Seoane (74').
