Mauricio Macri ya no duda acerca del perfil que quiere darle al PRO ahora que asumió formalmente la presidencia. Es un proceso que fue pergeñando, luego de haber tomado la decisión de hacerse cargo de la conducción del partido, un rol que siempre despreció. Y que implica la marginación de la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich
Lo que no tenía demasiado claro hace dos o tres meses, hoy es considerado vital por el expresidente, que busca darle musculatura a la conformación de un partido liberal y de centro, si se quiere de derecha, pero con la nitidez de una agenda de siglo XXI. Un PRO que podría resumirse en una línea: "nuestro amigo es el PP, no es VOX".
Este posicionamiento quedó acordado en la reunión de la nueva mesa ejecutiva del PRO que se realizó el martes pasado con la presencia de Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal más Soledad Martínez, Fernando De Andreis y Facundo Pérez Carletti, además de Macri. "No somos LLA" fue el consenso allí.
Estuvieron también los tres gobernadores del partido, Jorge Macri, Ignacio Torres y Rogelio Frigerio, que menos taxativos a la hora de tomar definiciones políticas. En 2025 cada distrito analizará si realiza alianza con los libertarios o no, en todo caso de qué forma, porque cada situación es distinta. Pero se tomaron algunas decisiones.
En algún momento, después del 2 de junio (según los plazos legales), habrá una convocatoria a la asamblea general del PRO que hoy de palabra conduce Patricia Bullrich. Allí, lo que esperan los amarillos es una votación de ese órgano partidario donde se asegura que la actual ministra de Seguridad no tendrá los votos para ser elegida.
Se espera, a partir de allí, una renuncia de los dirigentes vinculados a Bullrich que tienen cargos en el PRO como es el caso del diputado Damián Arabia, vicepresidente del partido. En el macrismo esperan "renuncia masiva de la gente de Patricia" que en su mayoría no son "genuinamente" del PRO. "Que salgan del clóset", fue uno de los comentarios más duros.
La última semana, en medio de la puja interna, representantes alineados con el expresidente renunciaron al Consejo Directivo del PRO en la Provincia de Buenos Aires.
Mientras tanto, están confiados en que saldrá aprobada la Ley Bases, en la que los diputados del PRO trabajaron duramente para mejorar el texto y alcanzar acuerdos con los demás bloques. Macri expresó que "lo mínimo que debe tener un gobierno que arranca es un paquete de leyes que le brinde las herramientas para impulsar las políticas que considere necesarias" y destacó el rol de los diputados del PRO en esa compleja tarea.
De hecho, este último fin de semana posteó un explícito llamamiento en sus redes sociales. "¿Es perfecta la ley? No, pero en política nada lo es. Dada la extrema fragilidad en la que sigue estando nuestra economía, creo importante darle al presidente Milei estas herramientas para cumplir con el mandato que le dieron los argentinos de bajar la inflación y ordenar la economía. Y el tiempo que tenemos para hacerlo no es infinito". enfatizó.
Luego de la aprobación de la Ley -o aún sin ella, pero con una definición de parte del Ejecutivo al respecto- será el tiempo en "que Mauricio haga un acto donde dirá todo lo que piensa", aseguraron a El Cronista.
Agregan que "será un acto para 100 personas, 500 o 1000, pero lo importante es que a partir de ahí se va a definir con nitidez el perfil del PRO y empezaremos a decir lo que pensamos ante cada tema, cuestiones de forma pero también de fondo en cuanto a lo institucional y a los valores que defendemos". El rumbo económico, en cambio, no es cuestionado.
Hasta la realización de ese acto, que será la "verdadera asunción" de Macri al PRO, hay una serie de tareas que está encarando su equipo. Por ejemplo, "una procesión a avenida del Libertador (donde tiene la oficina el expresidente) para besarle la mano a Mauricio", reuniones que Ritondo convoca del bloque PRO para mostrar lealtad con "el jefe".
Desde el macrismo hablan de llamados oportunos para producir movimientos de renuncias masivas como el que realizaron al PRO de la provincia de Buenos Aires, hoy presidido por la esposa del intendente de Tres de Febrero, ahora que Diego Valenzuela se mostró alineado con Bullrich y, por lo tanto, con Milei.
- ¿Pero no van a renunciar al partido los dirigentes bullrichistas bajo esas condiciones?, quiso saber El Cronista.
- Sí, esperamos que salgan del clóset, porque la mayoría de los que están con Patricia nunca fue del PRO, así que lo mejor que pueden hacer es irse a donde se sienten más cómodos, que es en LLA.
De lo que se trata ahora es de quién es amarillo y quién no es amarillo. Patricia no, está claro. En esa lectura, tampoco Arabia, ni Sabrina Ajmechet, tampoco Gerardo Milman. Ritondo sí, también María Eugenia Vidal, Martín Maqueyra, Martín Yeza, Laura Alonso. Con Diego Santilli y con Hernán Lombardi, hay dudas.
Los macristas ortodoxos pasan lista. A los que fueron al show del Presidente en el Luna Park, los tienen especialmente en la mira. Si se sacaron foto, qué cara tenían. "Queremos un PRO nítido 100 por ciento. Esto es lo que somos y aceptamos que haya quien no esté de acuerdo, pero si estás en el PRO tenés que ser amarillo. Casi como un empezar de nuevo y quien quiera oír, que oiga", ironizó una fuente.
Si Macri será candidato a senador por CABA el año próximo, no lo sabe nadie. Ni siquiera él. Mora Jozami, la directora de la consultora Casa Tres, asegura que "Mauricio es el que mejor representa para la gente los valores del PRO". ¿Será la puerta a un nuevo regreso del expresidente a un rol institucional desde el cual conducir al PRO pensando en la próxima batalla electoral a nivel nacional?