La revista Penthouse que aspiró a competir con Playboy llega a las pantallas de televisión en una miniserie que expone su controversial historia.
Penthouse, artífice de un imperio editorial centrado en el ámbito sexual, intentó llevar su propuesta a un nivel superior en el mundo cinematográfico con la polémica película Calígula (1984). Además, protagoniza una serie documental que revela una historia saturada de erotismo intenso, excesos y decadencia de una publicación que tuvo un auge en los años ochenta.
Secretos de Penthouse, la miniserie de cuatro episodios que debutó el 21 de enero en el canal A&E, inicia explorando la vida de Bob Guccione, creador de la propuesta editorial, quien, después de años de millones en sus bolsillos, falleció en la ruina en 2010.
“Yo tenía 10 años cuando esto empezó, y nosotros pusimos la desnudez, la sexualidad y la sensualidad a la vanguardia de la corriente principal”, afirmó Nick, el menor de los cinco hijos del creador de Penthouse, en una entrevista con A&E.
Nick Guccione compartió que, a pesar de amar a su padre, crecer en un entorno marcado por la distracción paterna y la constante atención pública fue difícil. Sin embargo, él no veía nada malo en la fotografía de mujeres desnudas, considerándolo parte de la expresión artística de la revista.
Asimismo, la exmodelo y actriz estadounidense Sheila Kennedy rememoró su tiempo en la mansión de Guccione y su trabajo en la publicación.
Kennedy describió cómo conocer a Bob Guccione y ser “Penthouse Pet” transformaron su vida: destacó la experiencia en portadas y cómo ser Pet del año fue algo asombroso. Participar en el reality show Big Brother hace unos 15 años fue otro hito. A pesar de provenir de un entorno muy pobre, Sheila afirma que tanto Bob Guccione como la revista mejoraron significativamente su vida, encontrando natural vivir en la mansión de Manhattan y considerando a Bob una persona increíble.
Sin embargo, en la producción también se contrastan los testimonios de Nick Guccione y Sheila Kennedy, dando voz a otras modelos que revelaron situaciones terribles que vivieron durante los años que compartieron trabajando con el millonario y residiendo en su extravagante mansión en Nueva York.
Las mujeres aseguran que no podían relacionarse con otros hombres, que eran persuadidas para realizar actos sexuales o se las incitaba a tener relaciones, que se les mostraba pornografía y hasta eran vulneradas en su intimidad y privacidad.
En la serie documental Secretos de Penthouse, Nina Guccione, hija del creador de la revista, revela que a las modelos Pets se les obligaba a tomar pastillas anticonceptivas para aparentar mayor voluptuosidad. Aunque en ese momento Nina comprendía la lógica detrás de esta práctica, considera que la verdadera intención era evitar embarazos, calificando la situación como repugnante y destacando la falta de preocupación de su padre al respecto.
El éxito de Penthouse comenzó en Inglaterra en la década de los 70. Sin embargo, desde 1969 se difundió con el eslogan: “Iremos a la caza de conejos”, apuntando directamente a la revista Playboy y compitiendo con el jefe de la publicación Hugh Hefner en Estados Unidos.
Según detallan los testimonios expuestos en la miniserie, la revista de Bob se diferenciaba de la de Playboy no solo por las mujeres que aparecían en la portada, alejándose del estereotipo rubio y de ojos claros.
Además, como revela la producción, Bob apuntaba a una veta más artística en las fotos y un diferencial en el contenido. Por ejemplo, en 1971, Guccione decidió mostrar el vello púbico de las mujeres, prometiendo un enfoque más explícito y provocativo. Por esta razón, recibió numerosas críticas en la época y a lo largo de los años.
No en vano, el periodista de la revista Rolling Stone, John Colapinto, describió alguna vez que Bob Guccione “creó una de las revistas más sucias de Estados Unidos”.
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