Joe Biden subió este martes al podio de mármol verde de la Asamblea General de la ONU, en su sede de Nueva York, con un objetivo claro: llamar a filas a la comunidad internacional para mantener el apoyo a Ucrania frente a la agresión de Rusia. «Rusia cree que el mundo se cansará y permitirá que brutalice a Ucrania sin consecuencias», dijo el presidente de EE.UU., en un momento en el que la guerra se alarga durante más de año y medio, no tiene un final en el horizonte y ha desgastado voluntades dentro y fuera de la primera potencia mundial. «Pero os pregunto algo», dijo a los líderes internacionales congregados, entre ellos, Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, con su vestimenta caqui de tiempo de guerra. «Si abandonamos los principios centrales de EE.UU. (fue un error de lectura de Biden, se refería a los principios centrales de Naciones Unidas, los establecidos en la Carta de la ONU) para calmar a un agresor, ¿puede cualquier miembro de esta organización tener seguridad de que está protegido? Si permitimos que Ucrania sea troceada, ¿está la independencia de cualquier nación asegurada? Yo sugiero respetuosamente que la respuesta es 'no'».