Para elogiar a un diestro , suele decirse hoy que es un «figurón». En realidad, la palabra tiene un sentido opuesto, peyorativo: una persona fantasiosa, que aparenta ser más de lo que es. (Un género del Siglo de Oro es la «comedia de figurón»). El error surge de creer que la terminación -ón indica forzosamente aumentativo. No siempre es así: un perro «rabón» es el que carece de rabo; un «pelón», un calvo. Se habla de «encerrona» si un diestro torea los seis toros . En realidad, esta palabra alude a una trampa o emboscada: se coloca allí a alguien para que haga algo contra su voluntad. No debe ser ése el caso del torero que se anuncia en solitario....
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