El Juzgado de Instrucción número 4 de Sueca ( Valencia ) ha acordado prorrogar por otros seis meses más la práctica de diligencias en la investigación del siniestro ocurrido en la edición de 2022 del festival Medusa de Cullera , en el que murió un joven y otros 40 tuvieron que ser atendidos. Además, la causa suma dos nuevos investigados: el entonces concejal y alcalde accidental de Cullera y la funcionaria que ejercía en esas fechas como secretaria municipal accidental de la corporación, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). La decisión del juzgado se adoptó a finales del pasado julio. En total, la investigación alcanza a siete personas , incluidas las dos últimas: el representante legal de la empresa organizadora del Medusa en 2022; los responsables de las dos empresas implicadas en la dotación y montaje de las estructuras del evento; el arquitecto responsable del proyecto técnico y a un responsable de la empresa externa contratada por el Ayuntamiento de Cullera para la supervisión de esa infraestructura. MÁS INFORMACIÓN noticia No «Sabíamos que algo grave había pasado»: un año de la tragedia del Medusa Festival donde murió un joven Como perjudicados personados figuran 25 personas. En este caso, el juzgado investiga el incidente registrado en la madrugada del 13 de agosto de 2022 en el Medusa, que provocó la muerte de un joven de 22 años y la hospitalización de personas cinco más -una de ellas con fractura en la columna vertebral-, aunque el total de atendidos superó los 40. La dirección del festival, que desalojó a los 50.000 asistentes que había en el recinto, lo suspendió horas después. El informe técnico sobre el recinto apuntaba a fallos de montaje en los anclajes de determinadas estructuras auxiliares; a que la documentación del proyecto de actividad era insuficiente ya que en ella no se describían todas aquellas estructuras consideradas auxiliares y de ahí que se instalaran sin supervisión de los técnicos responsables y a que había instalaciones que no estaban en el proyecto inicial. El suceso se produjo en el momento que un desplome de aire - reventón cálido - impactó sobre el terreno en el que se celebraba el Medusa y produjo vientos de hasta 100 km/h, además de un ascenso de las temperaturas de hasta 10 grados y un descenso de la humedad. Esto provocó el desprendimiento de algunas estructuras del escenario y accesos al recinto, que causaron la muerte del joven y las heridas al resto.
