La derivada política del caso Consell Esportiu de L'Hospitalet va camino de tener tantos capítulos como la judicial. El último lo ha protagonizado este jueves Jaume Graells, el exedil socialista que denunció las irregularidades y que en menos de un mes ha pasado de romper el carné del PSC a que la asamblea local de ERC lo nombre candidato a las municipales de 2023.
En una asamblea celebrada este jueves, la militancia de ERC en L'Hospitalet ha ratificado a Graells como candidato con un 91% de apoyos. El ya alcaldable republicano ha expresado su agradecimiento y se ha fijado la alcaldía como objetivo “a partir de un planteamiento abierto, integrador, que invite con generosidad y mano tendida a todos los ciudadanos que lo deseen, a sumar y ser partícipes del cambio necesario”.
Graells dio la voz de alarma del caso en febrero de 2020, siendo concejal del PSC, y siempre ha mantenido que tanto la reacción de la alcaldesa, Núria Marín, como del partido fue insuficiente, si bien la Fiscalía ha exculpado a la socialista. La gestión política del caso Consell Esportiu, que ya se ha saldado con dos dimisiones de ediles socialistas imputados, promete ser uno de los ejes de la campaña de Graells.
El Ministerio Público mantiene que Marín "cumplió con la obligación de controlar el buen fin de las subvenciones" de las que se nutre el Consell tras recibir la alerta de Graells. La alcaldesa encargó una auditoría y cuando Graells entregó más documentación en mayo de 2020 la remitió al juzgado, ya que el ahora alcaldable de ERC ya había denunciado los hechos ante la Policía.
La investigación iniciada por la denuncia de Graells ha seguido su curso y, a la espera del desenlace de la pieza principal, la Fiscalía ya ha presentado el primer escrito de acusación, en el que reclama 4 años y medio de cárcel a dos exconcejales socialistas Cristian Alcázar y Cris Plaza por estafar al Consell falseando una indemnización por despido.
El sumario del caso pone de manifiesto el enfrentamiento que Alcázar y Plaza mantuvieron con Graells después de que denunciara el desvío de fondos del Consell para gastos particulares como cenas o libros. Martín apenas intercambió mensajes con Graells tras la denuncia de las irregularidades, mientras los otros dos ediles sí la mantenían al corriente del desarrollo de las pesquisas y de sus citaciones y declaraciones judiciales.
El enfrentamiento llegó hasta las asambleas del PSC de L'Hospitalet. En una de ellas, desvelada por elDiario.es y celebrada telemáticamente durante la pandemia, Alcázar tildó a Graells de “impresentable” y le exigió que cortara el micrófono.
En las últimas elecciones municipales, Marín logró la mayoría absoluta del pleno con 14 concejales, mientras ERC se convirtió en primer partido de la oposición con cinco ediles, marca que Graells, que se despidió del PSC con duras críticas hacia su ahora rival, aspira a superar. Graells cargó con contundencia contra Marín y la dirección del PSC, a la que acusó de actuar con “hermetismo”, “pasividad” y de haberlo condenado al “ostracismo” tras denunciar el caso de corrupción.
