Las modificaciones a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) aprobadas por el Senado y la Cámara de Diputados atentan contra el derecho humano a un medio ambiente sano, consagrado en el Artículo 4, párrafo quinto de la Constitución Política de México, advirtió el Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga (IIMA) de la Universidad Iberoamericana Puebla.
A través de un posicionamiento externado a la comunidad, el instituto que forma parte del Sistema Universitario Jesuita externó su preocupación por las modificaciones a varios artículos de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) porque contraviene los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en concreto el tercero relacionado con la Salud y Bienestar, el sétimo de Energía Asequible y No Contaminante y el decimotercero de Acción por el Clima.
“Las modificaciones aprobadas por la Cámara de Senadores va en contra de la tendencia mundial hacia un menor uso de combustibles fósiles, que tienen una clara contribución al cambio climático y efectos sobre la salud y en los ecosistemas por las partículas que de su quema se desprenden”, destaca el posicionamiento.
El Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga de la Universidad Iberoamericana Puebla agrega que la reforma cambia las reglas de despacho de tal manera que primero se utilizará la electricidad generada por Comisión Federal de Electricidad (CFE) en sus plantas generadoras a partir de combustóleo y carbón, los combustibles fósiles más caros y contaminantes.
De firma adicional, el IIMA de la Ibero Puebla cuestiona que la reforma eléctrica desincentiva la inversión en energías renovables de largo plazo, con ello, se encasilla a México en una matriz energética altamente contaminante.
Para finalizar, el instituto enfocado en estudios sobre medio ambiente de la Ibero Puebla destacó su preocupación por las modificaciones a la Ley de la Industria Eléctrica compliquen el cumplimiento del Acuerdo de París que México ha suscrito y alejan al país del Cuidado de la Casa Común que tanto se necesita.
El 12 diciembre de 2015, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático alcanzó un acuerdo para combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.
El Acuerdo de París hace que todos los países tengan una causa común para emprender esfuerzos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos, con un mayor apoyo para ayudar a los países en desarrollo a hacerlo.
El objetivo central del Acuerdo de París es reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo el aumento de la temperatura mundial en este siglo por debajo de los dos grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Además, el acuerdo tiene por objeto lograr que las corrientes de financiación sean coherentes con un nivel bajo de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y una trayectoria resistente al clima.
“En el Acuerdo de París se reconoce la importancia de evitar, reducir al mínimo y hacer frente a las pérdidas y los daños relacionados con los efectos adversos del cambio climático, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos y los fenómenos de evolución lenta, y la contribución del desarrollo sostenible a la reducción del riesgo de pérdidas y daños”, establece el artículo octavo del acuerdo.
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