Un abogado alemán -cuyo nombre no se ha dado a conocer por las estrictas leyes sobre privacidad en el país- ha comparecido este viernes en la primera sesión del juicio en el que se le acusa de cobrar más de 211.000 euros tras inventarse presuntamente a una víctima en un ataque terrorista de extrema derecha en 2004.
El abogado, de 52 años, había representado a un hombre llamado Meral Keskin, una supuesta víctima de un ataque con bomba de clavos en la ciudad de Colonia, según ha explicado el fiscal al tribunal, pero la víctima no existía. Como resultado, el abogado había obtenido más de 211.000 euros de fondos estatales para representar a la víctima.
El acusado ha negado los cargos y ha declinado igualmente su derecho a realizar una declaración inicial ante el tribunal, en la ciudad de Aquisgrán.
De ser declarado culpable, podría enfrentarse una multa o una sentencia de prisión de hasta cinco años, ha declarado un portavoz del tribunal. Los fiscales han acusado al abogado de fraude, intento de fraude y falsificación de documentos y plantearon dudas sobre si puede continuar ejerciendo su profesión.
El atentado de Colonia, en el que resultaron heridas 22 personas, fue llevado a cabo por miembros de la llamada Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), también responsable de una serie de asesinatos de inspiración racista y robos a bancos entre 2000 y 2006. También se cree que fueron responsables del asesinato de una policía.
El único superviviente
de NSU, Beate Zschaepe, fue sentenciado por un tribunal de Múnich a cadena perpetua en 2018 por cargos relacionados con el grupo.
