SANTIAGO DE CUBA.— La idea, reiterada una y otra vez por Wilfredo Valdés, secretario general del Comité UJC de la refinería Hermanos Díaz, resumió el espíritu de los debates de la asamblea de balance 11no. Congreso de la organización juvenil, en el municipio cabecera de esta provincia.
El protagonismo se roba, insistía el joven trabajador industrial, para sintetizar su pensamiento de que en estos tiempos de hostilidad imperial, complejidades económicas y subversión dirigida a las nuevas generaciones desde las redes sociales, se necesita un cambio de mentalidad, de actitud.
«Nacimos en tiempos de paz, ninguno de nosotros tuvo las preocupaciones de nuestros padres, pues la Revolución siempre nos protegió; por eso es fácil acomodarse, tener una actitud pasiva. Pero los tiempos actuales precisan de un llamado a la acción.
«Uno no ha de esperar que alguien le diga que tiene que hacer algo; uno va y hace, sin esperar condiciones ni recursos…», enfatizaba el muchacho, desde la experiencia del accionar de su organización de base de la UJC, donde, dijo, los dirigentes del centro marchan unidos y nuestra organización se empeña todos los días en representar a todos.
«Cuando los jóvenes ven que la UJC atiende sus intereses, se esfuerza por ellos, la juventud te sigue. Por eso hace dos años en la refinería éramos 15 militantes y hoy tenemos 50, y seguimos creciendo», concluyó Wilfredo Valdés.
Y su experiencia dejaba en el aire un ejemplo de lo que debe caracterizar el funcionamiento de la UJC en los tiempos actuales, en los que, como expuso más de un delegado, debe quedar más claro que nunca para sus militantes que pertenecen a una organización urgida de enarbolar su condición de vanguardia comunista.
Dinamizar la vida interna de la organización y liderar el aporte de las nuevas generaciones a la vida de la provincia, del país, depende única y exclusivamente de sus militantes, de la conciencia y claridad que tengan sobre su papel, concluyeron los asistentes a la cita juvenil.
Varios de quienes intervinieron en la asamblea insistieron en la necesidad de tener claro el papel renovador, impulsor, de referente para el resto del universo juvenil, que debe ser cada comité de base en un centro. Además, se les recordó a los secretarios generales la máxima responsabilidad que tienen en la existencia de una organización capaz de aglutinar, emocionar, atraer, conducir y revolucionar.
En tiempos en que algunos hablan de desmotivación y esperan a ser convocados, la principal motivación que tiene que tener un comunista es que esta Revolución tiene que mantenerse, coincidieron los delegados, quienes abordaron otros temas relacionados con la política de cuadros, la historia Patria y el estímulo al esfuerzo de los nuevos.
Acompañados por Lázaro Expósito Canto, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia, los participantes ratificaron, asimismo, su compromiso con el avance de prioridades de la vida socioeconómica de su municipio, como la construcción de viviendas y la producción de alimentos.
