El encuentro del domingo ante los Seahawks en Seattle representará la mayor prueba a la que se haya sometido Jimmy Garoppolo en su carrera.
De hecho, no ha enfrentado muchos desafíos de esta magnitud. Ha iniciado apenas en 25 partidos. Pero por ahora, ha sabido resolver buena parte de los problemas que le han planteado los oponentes, con una foja de 20-5.
Garoppolo jamás ha disputado de inicio un partido en el CenturyLink Field, uno de los estadios más ruidosos, y complicados para los rivales en la NFL, particularmente para los quarterbacks sin experiencia. Desde 2010, los mariscales de campo con 25 partidos de inicio o menos en su carrera han ganado sólo seis de 28 duelos en Seattle.
Si los 49ers caen el domingo, tendrán que conformarse con el boleto de Comodín a los Playoffs, y comenzarán el camino hacia el Super Bowl como visitantes. Pero de ganar, tendrán el primer puesto de la Conferencia Nacional y descansarán en la Primera Ronda de la Postemporada.
Hay mucho en juego para Garoppolo y los 49ers en Seattle.
“Ellos han tenido una tremenda racha de 10 años a la defensiva, tal vez mejor que la de cualquier otro equipo en la historia”, reconoció el entrenador de los 49ers, Kyle Shanahan, en referencia a los Seahawks. “Y si añades los elementos de su estadio, donde no puedes oír, no puedes recurrir a las indicaciones verbales y vas contra un equipo muy talentoso para presionar el pase, es extremadamente duro”.
Ante la escandalera, Garoppolo tendrá que recurrir a una cuenta silenciosa, dando la oportunidad de que los linebackers de Seattle la descifren para adelantarse.
Garoppolo se perdió el partido de los 49ers ante Seattle la temporada pasada por la ruptura de un ligamento cruzado anterior. Su reemplazo Nick Mullens lanzó para 414 yardas, la mayor cifra para un quarterback con 25 partidos o menos de experiencia en la historia dentro de este inmueble. Aunque Mullens lidió bien con el ruido, los 49ers fueron aplastados por 43-16.
