Maquillarse es todo un arte, y requiere de muchas habilidades: paciencia, pulso firme o buen gusto. Y sin duda hacerlo bien lleva mucha práctica y también conocer todas las técnicas. Si tú también quieres mejorar tus habilidades de maquillaje, este artículo es para ti, porque te vamos a dar consejos y trucos para el mejor maquillaje. Eso sí, como existen tantos pasos y técnicas diferentes dentro del maquillaje, en este artículo nos centraremos solo en la base.
No todos los productos de maquillaje son iguales ni son apropiados para el mismo tipo de piel. Esto es especialmente relevante en el caso de la base, que va en contacto directo. Para ello te recomendamos que primero averigües tu tipo de piel y que escojas uno en función de eso.
Además, la marca que escojas también es importante. Invierte en calidad y lo notarás en los acabados. Tu piel te lo agradecerá también. Si no sabes qué elegir, aquí te dejamos esta guía con los mejores maquillajes.
Para que la base funcione lo mejor posible y los acabados sean óptimos, es importantísimo que la piel también esté en las mejores condiciones posibles. No prescindas jamás de la hidratación, antes de maquillarte y mejor si puedes integrarla en tu rutina diaria. Otra opción es mezclar el hidratante con la base y aplicarlo junto.
Pero además, si quieres que quede perfecto, puedes usar prebase primero. Conseguirás mejores fijaciones y resultados. También puedes optar por mezclar el primer con la base si tiene textura untuosa, así se integrará mejor.
Cierto es que aplicando con los dedos conseguimos manejar mejor el producto y controlamos la intensidad. Pero si usas una brocha y la pasas muy suavemente por la piel, sin apenas tocarla, vas a conseguir un efecto increíble. Y es que tu base quedará como una segunda piel, sin apenas notarse, que es lo que estamos buscando.
Para conseguir unos resultados lo más reales posibles, tenemos que tratar de aplicar siempre la base desde el centro de la cara hasta el exterior. Recuerda dar pasadas de brocha muy rápidas y ligeras, si no quieres que se queden marcas del pincel.
Además, si de verdad quieres que la base quede como una segunda piel, aplica la base solo en aquellas zonas donde la necesites. Generalmente estas zonas van a ser el mentón, las aletas de la nariz, las ojeras, o aquellas zonas de las mejillas o frente donde tengas imperfecciones, granitos o brillos.
Si quieres que la base se asiente perfectamente y se funda con tu piel, creando un efecto increíblemente natural, te damos un truquillo. Nada más aplicar la base, vaporízala con agua termal o un fijador de maquillaje.
Ahora ya sabes cómo ponerte la base y obtener unos resultados increíbles. A partir de aquí, puedes seguir experimentando con otras muchas técnicas, como por ejemplo, la sombra de ojos, el colorete o las cejas.
