Después de quince grandes premios de alegrías y aprendizajes. Después de una carrera con mucho sufrimiento. Después de una lección magistral de contención y fuerza mental. La fiesta. Marc Márquez celebró su octava corona mundial, sexta en MotoGP, en lo más alto del podio del Gran Premio de Tailandia y la ocasión merecía un festejo a lo grande.
Su equipo, con su tío Ramón, presidente del club de afans a la cabeza, había preparado una mesa de billar para que Márquez metiera en la saca la bola ocho, su octavo título. Y lo hizo, como en la pista, a la primera.
¿Cómo poner un límite a alguien que no conoce ninguno? #ThaiGP ???????? #MotoGP ???? #8ball ???? pic.twitter.com/NHVuz32RXO— DAZN España (@DAZN_ES)
October 6, 2019
