que acudió a la carrera de A Correr Familia séptima edición, en silla de ruedas completó el recorrido de 5 kilómetros.
Fue hace año y medio cuando en un viaje rumbo a Puerto Vallarta se accidentó en un auto y a causa de ello sufrió una lesión medular la cual le impide mover las piernas y parte del abdomen.
“Antes del accidente me gustaba correr pero principalmente practicaba crossfit, cuando me accidenté tenía tres años entrenando, competía crossfit y de repente me aventaba una que otra carrera, lo más que llegué a correr fue un medio maratón”.
Sin embargo, él decidió que su condición no era ningún impedimento para dejar de hacer lo que le gusta y es por eso que se inscribió en la competición.
“Siempre me ha gustado correr, entonces el hecho de andar en la silla rodando lo tomo como si estuviera corriendo, de una forma siento como si lo estuviera haciendo y me gusta, ya tenía muchas ganas de meterme a una carrera, se presentó esta y me metí”.
Comentó que lo más complicado en la carrera fueron las subidas pero estas representan un esfuerzo extra porque a diferencia de correr “no es lo mismo correr una subida que rodarla en la silla, es mucho más exigente”, comentó.
“El hecho de tener una discapacidad no siempre te quita lo físico, no solo es el esfuerzo físico, conlleva otras cosas que a otros se les dificulta y otros no, creo que todo está en la actitud y aunque sea difícil hay que hacer las cosas con buena cara”.
Con Información de Luis Ruano
JMH
