En un mercado laboral tan endogámico como el español parecía poco probable que un millón de ocupados en los sectores industrial y de la construcción hicieran un trasvase al sector servicios. Pero así ha sido. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2019 recogidos por Efe dejan una distribución de la ocupación por sectores que nada tiene que ver con la que tenía hace apenas una década, cuando la construcción y la industria gozaban de mayor peso. El desplome del empleo en ambos ha propiciado un auge vertiginosos de los servicios.
En cifras, la industria contaba al cierre del primer trimestre de 2019 con 2,7 millones de ocupados, 222.000 empleos menos que en la misma fecha de hace una década. Por su parte, en la construcción, la pérdida en el mismo periodo es de 696.000 ocupados, hasta los 1,2 millones. Los datos del sector servicios son diametralmente opuestos, ya que ha sumado 1,1 millones de empleos, hasta los 14,6 millones de ocupados. Por su parte, la agricultura se ha mantenido prácticamente estable los últimos diez años, en torno a los 840.000 trabajadores.
En peso sobre el total de ocupados, el sector agrícola sigue en el 4%, mientras que la industria ha pasado de representar el 15,2% en 2009 al 13,9% en 2019 y la construcción ha perdido casi 4 puntos, del 10,3% al 6,8%. En cambio, los servicios han subido cinco puntos, hasta el 75,2%, es decir, que tres de cada cuatro ocupados en España lo están en el sector servicios, una categoría amplia en la que se engloban desde la hostelería o el comercio a la sanidad, la educación o la banca.
Tanto la construcción como la industria tocaron sus máximos de ocupación justo antes del estallido de la crisis: la construcción con 2,7 millones de ocupados en el tercer trimestre de 2007 y la industria con 3,3 millones al inicio de 2008. En ese momento, los servicios rozaban los 14 millones de ocupados para tocar fondo en el último trimestre de 2014, con 12,9 millones. Por sectores, dentro de los servicios, las mayores sumas de ocupados en estos últimos diez años se han dado en tres: hostelería, actividades sanitarias y de servicios sociales y educación.
En la industria, el mayor descenso es para la manufacturera y dentro de esta categoría, la fabricación de muebles es la que más ocupados ha perdido hasta quedarse en prácticamente la mitad. También ha bajado con fuerza la ocupación en fabricación de otros productos minerales no metálicos (vidrios, cerámica, losetas y productos de arcilla cocida y cemento y yeso). Se trata, en ambos casos, de dos industrias muy vinculadas al sector de la construcción que emplea a la mitad de gente que antes de la crisis.Sólo queda la duda de si esta composición del mercado laboral superaría una nueva crisis.
