El Madrid no escondía su indignación de camino a los vestuarios. Se vieron campeones de la Copa, la tenían ahí pero una decisión arbitral difícil de explicar les dejó sin ella. “Vaya puto robo, me cago en la puta, es clarísima, tapón clarísimo”, decía Felipe Reyes cuando se fue al vestuario. También Rudy estaba indignado: “Es una vergüenza. Qué puta vergüenza, chaval”. No eran declaraciones a micrófonos, sino lo que salía casi inconscientemente de la boca de los jugadores de Laso. Después le dieron más vueltas y seguían igual de de indignados, sin comprender nada de lo que había sucedido. Nadie les daba una respuesta convincente de que por qué tras ver los árbitros la jugada final, en Instant Replay, en cámara lenta. Por más que la veían, por más que intentaban comprender, no lo conseguían. Y el enfado se hacía más grande. El año pasado perdieron la final de Copa por una falta muy claro y ésta por un balón que ni siquiera había entrado y que dieron canasta. “Ha sido un tapón legal, es el segundo año que ocurre. Es un tapón legal, no sé cómo llamar esto otra vez. Es el segundo año que ocurre una desgracia en el arbitraje contra el Real Madrid. Viendo esa jugada en el Instant Replay, si entre los 3 no han visto que es un tapón legal, algo ha pasado que está mal”, decía Juan Carlos Sánchez, director de Baloncesto del Real Madrid. Junto a Laso en la conferencia de Prensa, exigía un comunicado a la ACB reconociendo el error arbitral.
Heurtel, el jugador del Barcelona, tenía otro punto de vista: “Creo que hay un Dios que está arriba y que nos ha devuelto la canasta de antes (la falta sobre Singleton) así que no hay nada que hablar". Pesic quería celebrar la victoria: : “Llegamos a estar 16 puntos abajo. Estamos contentos, ha sido una de las mejores finales de mi carrera”
